Foto: ANPP

Por Roberto Morejón

Cuba inició un año tenso en la esfera económica, igual al anterior, aunque se espera el modesto despegue en algunos indicadores, como en la generación de electricidad.

El Producto Interno Bruto de la mayor de las Antillas no debió crecer en 2024, aun sin disponer de estadísticas definitivas, en un período con acentuados déficits de combustible y hasta tres desconexiones totales del sistema electroenergético.

Con el bloqueo estadounidense recrudecido, el castigo de dos huracanes y dos sismos en la región oriental, el país debió asignar recursos adicionales para mitigar importantes daños.

Si bien la producción y los servicios se afectaron sensiblemente por las causas expuestas y el bienestar socio-económico se vio lacerado, el déficit fiscal, todavía elevado, se atenuó moderadamente.

De un pronóstico a inicios de 2024 de casi 147 mil millones de pesos, el recuento final se comportó mejor a lo planificado, con una reducción en más de 57 mil millones de pesos.

Las autoridades de la mayor de las Antillas también avanzan en el control de profundos desbalances en la esfera financiera y además se aprecia un declive en la inflación, cercana al 30 por ciento, alta aún.

Los expertos dijeron que la tendencia a la baja de la inflación se encadenó por tercer año consecutivo.

En ese contexto, es llamativa la aplicación en 2025 de adecuaciones del sistema tributario, al modificarse la escala progresiva para el cálculo de la liquidación adicional del impuesto sobre ingresos personales.

Hablamos de un sistema de impuestos en el que la tasa impositiva aumenta en correspondencia con los ingresos de los contribuyentes.

Se espera que por esa vía el presupuesto de la nación y de los municipios reciba un aliento y puedan destinarse más partidas a la solución de problemas expuestos por los pobladores.

En la pasada rendición de cuenta de los delegados del Poder Popular, los electores mencionaron el abastecimiento desfasado y en divisiones en el comercio minorista, los precios de los productos, el transporte público, el abasto de agua, la situación de redes hidráulicas así como de viales y la vivienda.

Las dificultades latentes hacen más engorroso atender todos los problemas, pero con la prevista recuperación del Sistema electroenergético, y la aplicación de un plan para corregir lo que el gobierno califica de distorsiones, es de esperar un ligero repunte de la economía y destinar algunas partidas a lo que genera más inquietud.