Imprecaciones de Trump también para América Latina

Editado por María Candela
2025-01-23 08:21:13

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Foto: La Nación

Por: Roberto Morejón

En su segundo mandato, el presidente estadounidense, Donald Trump, no inició acertadamente la alusión a América Latina, al afirmar que la potencia del Norte no la necesita.

La intención desdeñosa se inserta en su trayectoria agresiva durante la campaña electoral, luego en su primer discurso tras tomar posesión y al firmar decretos con tintes aislacionistas y a favor del expansionismo.

Con apoyos internos renovados, al ejercer control del Congreso y Suprema Corte y aliarse a multimillonarios y grandes magnates de la tecnología, el cuadragésimo séptimo primer mandatario no ha hablado mucho sobre América Latina, pero generó inquietud.

Trump menospreció a los pueblos migrantes, quienes ya son objeto de arrestos, antes de las anunciadas deportaciones masivas de indocumentados.

La utilización de las fuerzas armadas en las expulsiones y la militarización de la frontera sur ponen de relieve la xenofobia bajo el manto de la alarma acerca de la seguridad limítrofe.

La Unión Americana de Libertades Civiles y 18 procuradores estatales presentaron demandas legales para bloquear el intento del nuevo gobierno de anular la ciudadanía a niños nacidos en Estados Unidos de padres sin papeles.

Con particularidad, la narrativa incendiaria del inquilino actual de la Casa Blanca se enfila hacia México.

Ese país sería blanco del aumento de aranceles y destino de los deportados, además de declarar a los carteles del narcotráfico como organizaciones terroristas.

Panamá ha sido otro de los propósitos predilectos de la verborrea del republicano, al advertirle con retomar el control del Canal, ante lo que define como presencia de China, perspectiva negada por el gobierno istmeño.

Venezuela, con la sugerencia de frenar las compras de petróleo, y Cuba, al reingresarla a la lista de países que según la óptica de Washington patrocinan el terrorismo, no podían quedar fuera de las imprecaciones inaugurales de Trump.

No escapa al inventario un atentado a la geografía, historia y política al proponerse cambiar el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América.

Es posible que algunos de los planes del magnate devenido en presidente no avancen legalmente a pesar de su poderío, pero desde ahora ha vislumbrado una parte de su turbadora agenda hacia América Latina.

El subcontinente no escapa de las pretensiones de Trump de afianzar el dominio estadounidense, al compás de la Doctrina Monroe, la cual perfila que cualquier intrusión en la región de otros países, sería vista como un acto de agresión y demandaría la intervención de Washington.



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