Amplio rechazo ha generado en el mundo volver a incluir a Cuba en la arbitraria lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo. Imagen: Archivo/mc
por María Josefina Arce
Un amplio rechazo ha generado en el mundo la decisión de Donald Trump, a pocas horas de asumir nuevamente la presidencia de Estados Unidos, de volver a incluir a Cuba en la arbitraria lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo, que no cuenta con el reconocimiento de ninguna autoridad internacional.
Intensificar aún más la guerra económica contra la Mayor de las Antillas es el objetivo de la medida de Trump, que revocó la decisión de su predecesor en la Casa Blanca, Joe Biden, de retirarla de la manipulada relación, confeccionada por Washington a su antojo y según sus intereses políticos.
Los gobiernos de diversas naciones como China, Rusia y Venezuela repudiaron la acción, la cual calificaron de injustificada, pues la nación caribeña coopera activamente a nivel internacional en la lucha contra el terrorismo.
En igual sentido se han pronunciado partidos políticos, movimientos de solidaridad con Cuba y organismos regionales como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos.
ALBA-TCP calificó de errática y abusiva la medida de Trump, que demuestra, enfatizó, el desprecio hacia los pueblos latinoamericanos y caribeños.
No sorprende la postura del republicano que en su primer mandato, de 2017 a 2021, aplicó una cruel política de máxima presión contra el pueblo cubano.
Con más de 240 medidas reforzó Trump el inhumano bloqueo contra Cuba, en un fallido intento por asfixiar económicamente al país, subvertir el orden interno y derrocar a la revolución.
En su estrategia ocupó un lugar primordial obstaculizar las principales fuentes de ingresos como el turismo y entorpecer las relaciones comerciales con otras naciones.
Y con ese fin recurrió a todo tipo de mentiras y artimañas. Es así que bajo su primer mandato se emitieron alertas de viajes por supuestos incidentes de salud, un pretexto más para reforzar la hostil política hacia Cuba, como quedó demostrado en las investigaciones llevadas a cabo.
Asimismo se prohibieron los viajes de cruceros a nuestro territorio, se suspendieron los intercambios educacionales "pueblo a pueblo" y se modificaron dos de las licencias que permitían las visitas de estadounidenses a Cuba.
Larga es la lista de acciones contra la nación caribeña desarrolladas por Trump, que ahora con la inclusión nuevamente en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo vuelve a evidenciar, como subrayó la cancillería cubana, la agresividad del imperialismo estadounidense contra la soberanía, la paz y el bienestar de nuestro pueblo.