¿Colgando de la brocha?

Editado por Maria Calvo
2025-02-18 07:53:21

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Varios dirigentes europeos se reunieron de emergencia la víspera en París. Imagen:elconfidencial

por Guillermo Alvarado

Varios dirigentes europeos se reunieron de emergencia la víspera en París para analizar cuál es la situación del bloque continental en las relaciones con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tanto en cuestiones comerciales como en el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Invitados por su par de Francia, Emmanuel Macron, los presidentes y jefes de gobierno del Reino Unido, Alemania, Italia, Polonia, España, Países Bajos, Dinamarca y organismos de la Unión Europea, se congregaron para discutir su papel en el plano mundial, marcado por el polémico jefe de la Casa Blanca.

Hay dos puntos fundamentales por los cuales estas naciones del llamado Viejo Continente se sienten soslayadas, uno de ellos es la imposición de aranceles complementarios a los productos que exportan hacia Estados Unidos, lo que contradice, sostienen, su condición de socios muy cercanos.

La medida fue tomada por algunos como una traición, habida cuenta que la Unión Europea en lugar de convertirse en un factor de equilibrio a nivel mundial, optó por seguir la estela marcada por Washington y la belicista Organización del Tratado del Atlántico Norte, la OTAN.

Con amargura descubren una vez más que Estados Unidos no tiene amigos, solo tiene intereses y para garantizarlos no le importa pasar por encima de nadie, por muy cercano que se crea de la potencia norteña.

Una nueva muestra ocurrió en días recientes, cuando Trump decidió ignorar por completo a sus “aliados” en la supuesta búsqueda del fin del conflicto armado en Europa del Este.

No significa, por supuesto, que el presidente de Estados Unidos ame la paz y el bienestar de la humanidad, sino por razones prácticas, es decir, de economía. Ucrania debe ser reconstruida y Washington desea no una tajada, sino el pastel completo de ese jugoso negocio.

Para comprender mejor la situación de la Unión Europea, varios analistas apuntan a las características de la reunión en París, que demuestra las graves fisuras en ese bloque.

De los 27 miembros de la instancia, sólo fueron convocados siete, lo que significa que no todos viajan en el mismo vagón, o ni siquiera en el mismo tren, lo que incomodó aún más a los socios “pequeños” al sentirse apartados en la toma de decisiones importantes.

De todas maneras la posición del mecanismo integrador es incómoda, y nada la grafica mejor como aquella imagen del pintor, al cual le quitan de pronto la escalera y se queda, literalmente, colgando de la brocha.



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