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Foto: trabajadores.cu
Por María Josefina Arce
Ha sido noticia por estos días que Cuba se prepara para llevar a cabo, por primera vez en el país, la vacunación contra el virus del papiloma humano, en un esfuerzo conjunto de las autoridades sanitarias cubanas, la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización y las Organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud.
De acuerdo con las informaciones, en un inicio se abarcará a más de 68 mil niñas de nueve años y se aspira a una cobertura igual o mayor al 95%, para avanzar en la eliminación del cáncer cervicouterino.
En Cuba, tras el triunfo de la revolución, en enero de 1959, la vacunación ha sido uno de los pilares fundamentales de la salud pública, con notables resultados.
En 1962 tendría lugar la primera campaña de inmunización contra la poliomielitis, que era un mal endémico y dejaba cada año a unos 300 niños con parálisis tras sufrir la enfermedad.
Cuba fue la primera nación de América Latina y el Caribe en erradicar esa dolencia. Con el paso del tiempo se eliminarían otras enfermedades, gracias al Programa Nacional de Inmunización, de carácter universal y gratuito.
Asimismo otras dolencias, como el tétano, dejarían de ser un problema de salud, pues a pesar de las dificultades económicas del país por el bloqueo estadounidense se han mantenido las campañas de Inmunización.
El pasado año los menores hasta dos años de edad fueron inmunizados contra el neumococo, bacteria causante de la mayoría de las neumonías y meningitis bacteriana, así como de otras infecciones como la otitis media aguda, sinusitis y bronquitis.
La voluntad política de las autoridades por preservar la salud de la población infantil ha sido reconocida a nivel internacional. Cuba fue noticia durante la pandemia de la COVID 19 por ser el primer país del mundo en inmunizar a niños y adolescentes contra el nuevo coronavirus.
Y la proeza fue aún mayor, pues se hizo con Soberana 02 y Soberana Plus, inmunógenos producidos por la comunidad científica cubana y tras un riguroso proceso de evaluación.
Cuba despliega un gran esfuerzo para garantizar que todos sus niños crezcan protegidos contra enfermedades prevenibles, aún en medio de de los obstáculos que impone la política hostil de Estados Unidos.
La nación caribeña cuenta con una larga historia y prestigio en el desarrollo de vacunas, que evidencia el alto avance de la biotecnologia, puesta en función de la salud de todo el pueblo.