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Alarma cifra de deportaciones masivas aplicadas por la administración de Donald Trump
por Roberto Morejón
Varios países latinoamericanos con un alto número de nacionales en la condición de migrantes indocumentados en Estados Unidos, observan con estupor las deportaciones masivas aplicadas por la administración de Donald Trump.
Las expulsiones tienen diversos tipos de costos, incluyendo los económicos para la propia potencia del Norte.
Este proceso, aplicado con gran despliegue propagandístico, tendrá efecto en la agricultura estadounidense, pues miles de trabajadores, muchos de ellos sin papeles, se mantienen alejados de los campos por temor a ser apresados.
Miles de familias con algunos de sus integrantes sin oficializar residencia optaron por no enviar a sus hijos a las escuelas, ante las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
Expertos alertaron de que por este camino podrían aumentar más los precios de los alimentos y caer ciertas producciones agrícolas.
Al alza de los precios contribuirían asimismo los altos aranceles a bienes importados.
La situación sería paradójica, pues Donald Trump prometió reducir el precio de alimentos, luego de su elevación al inicio de la administración de Joseph Biden.
Si se lesiona la condición económica de casi once millones de migrantes indocumentados en Estados Unidos, sus familiares en América Latina verían menguadas las remesas que reciben y peligraría su supervivencia.
Una sensación de temor reina entre residentes al sur del Río Bravo con parientes en condición de ilegales en Estados Unidos.
Si bien la administración Trump se ufana de la reducción de los cruces migratorios fronterizos a través de México en el primer mes de 2025, en comparación con igual período de 2024, lo cierto es que su plan de proscripciones irradia un alto costo humanitario.
Un peso significativo también recibe México, al atender hasta ahora a más de 14 mil personas excluidas por su vecino del norte, de ellas más de 3 mil extranjeras.
Tanto por lo ocurrido en Estados Unidos durante el primer mes de Trump en la presidencia como en varios países latinoamericanos, se advierte una lógica alarma.
Es así porque desde el Norte abordan el tema de los migrantes solo desde el punto de vista numérico, sin darle importancia a que los expulsados son seres humanos.
Todos con familias y amistades dentro y fuera de la Unión, cuyos sueños quedan truncos ante el freno a la esperanza de trabajar en un país desarrollado, y obtener sustento para enviar a familias en América Latina.