
Genocidio en Gaza
por Guillermo Alvarado
Más de 500 personas han muerto en la Franja de Gaza, la quinta parte de ellos niños, desde que Israel reinició los bombardeos y ataques terrestres contra una región destruida, donde muy poco queda ya en pie y los sobrevivientes están en un total desamparo.
El primer ministro sionista, Benjamín Netanyahu, que hace todo lo posible por emular las atrocidades cometidas por el fascismo alemán durante la II Guerra Mundial, informó que las recientes matanzas se llevaron a cabo con total acuerdo y la aprobación de Estados Unidos.
Es importante tener en cuenta este dato, porque la aprobación expresada por el actual jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, es la continuación de lo hecho por la administración de Joseph Biden y demuestra que el odio contra Palestina no es cuestión de partidos o gobiernos, sino una política de Estado.
Dicho de otra manera, la clase dominante en la potencia norteña no se limita a apoyar el genocidio perpetrado por Tel Aviv, sino que lo hace suyo, está totalmente comprometido con la idea de exterminar todo un pueblo, borrar su historia y su memoria de este mundo.
Más aún, esa conducta es similar a la asumida por otras potencias occidentales, que se han negado a condenar explícitamente a Israel por su conducta e inclusive no se pronunciaron sobre la denuncia por genocidio impuesta por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia.
Excepto algunos países en particular, la Unión Europea como bloque de integración ha mantenido una posición de silencio, cuando no de complicidad que envalentona aún más al régimen sionista.
La ruptura del acuerdo de cese al fuego es algo muy grave, pero como siempre en cuanto se refiere a Israel, la comunidad internacional prefiere mirar para otro lado aunque las cifras son contundentes.
En la primera etapa de la operación sionista de exterminio murieron más de 48 mil personas, cifra inferior a la realidad porque quedan muchos cuerpos debajo de los escombros, y en estos días va medio millar más, incluidos niños de corta edad a los que hay que estar desquiciado para considerar “terroristas”.
Además el ejército israelí restableció el bloqueo total sobre el norte de la Franja, incluida la ciudad de Gaza y prohibió a la población palestina utilizar la carretera principal para movilizarse hacia el sur y tratar de escapar al horror.
En muchas capitales del mundo hay movilizaciones populares en defensa del derecho a la vida y la seguridad de los palestinos, pero aún es poco comparado con la dimensión de la tragedia. Los pueblos tienen la palabra.