Efecto Boomerang

Editado por Maria Calvo
2025-04-04 09:11:38

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Los aranceles de Trump y la economía mundial. Foto: www.eltiempo.com

por Guillermo Alvarado

Todavía no han comenzado en serio las represalias de las principales economías afectadas por la guerra arancelaria de Donald Trump, muchas de ellas aliadas históricas de la potencia norteña, y ya los efectos de esta medida comenzaron a sentirse donde más duele en occidente: las finanzas.

Como se conoce,  el magnate inmobiliario trastocó todas las reglas del comercio internacional y anunció la imposición de cargas aduaneras del 10% a casi todos los países del mundo, con tasas más elevadas para unos 60 Estados o bloques regionales, cuya fuerza no debe subestimarse.

Algunos analistas del mismo sistema capitalista, entre ellos Faisal Islam, editor económico de la BBC de Londres, afirma que estos aranceles "son el mayor cambio en el comercio global en 100 años".

Pero, sucede que, como estableció el sabio Isaac Newton en su tercera ley, para cada acción hay una reacción igual, en sentido contrario, lo cual significa que usted no puede golpear, sin esperar un impacto de similar potencia, algo que en la Casa Blanca no parecen haber estudiado mucho.

Reitero que a estas alturas la reacción todavía no ha comenzado, pero ya la economía estadounidense está sintiendo temblores de mal presagio.

Debido a la simple aplicación de los aranceles, muchas empresas estadounidenses perdieron ayer jueves miles de millones de dólares en los principales mercados financieros, mientras la bolsa de esa nación se dirigió a su mayor caída en un solo día desde la pandemia de Covid-19.

Bancos, aerolíneas, firmas tecnológicas, productores de ropa y calzado vieron cómo sus acciones comenzaron a caer, sin que las cargas aduaneras todavía hayan comenzado a funcionar.

Todo el mundo sabe que los impuestos no los pagan las grandes corporaciones, ni siquiera los medianos o pequeños empresarios, porque siempre se trasladan a los consumidores y cuando estos enfrentan precios por encima de sus posibilidades, simplemente dejan de comprar.

Quien conozca el ABC del comercio sabe que a menos ventas, menor producción y, en consecuencia, menor empleo y cuando esto ocurre la economía comienza a trabarse, porque es precisamente el consumo uno de sus principales ejes.

No es casualidad que las aerolíneas y marcas de ropa y calzado de renombre  hayan sido las que más perdieron la víspera y el juego aún no ha comenzado.

Si usted quiere saber si Trump estudió a fondo el asunto antes de jugar con fuego, pregúntese por qué le puso el 10% de aranceles a la isla australiana de Heard, donde no vive nadie, excepto pingüinos.



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