Por Manuel Robles Sosa

La escasez de entusiasmo ciudadano, para muchos producto de la ausencia de diferencias de fondo entre los principales candidatos, caracteriza los inicios de la campaña por las elecciones peruanas del 10 de abril próximo.

Pese a que la prensa resalta actos proselitistas, declaraciones y otras actividades de los aspirantes a suceder el 28 de julio al presidente Ollanta Humala, el desinterés reflejado en más de un tercio de abstenciones en los sondeos realizados hasta diciembre pasado, persiste entre los electores.

Las promesas de crecimiento económico, lucha contra la delincuencia, mejoras sociales y otras, no parecen conmover a los electores que en abril, además, renovarán al parlamento.

El expresidente Alan García y su flamante aliada y hasta hace unos años enconada rival, la socialcristiana conservadora Lourdes Flores, encabezaron anoche su primera concentración juntos, en el municipio de San Juan de Lurigancho.

Ese distrito es el mayor de Lima y tiene un millón de habitantes, pero solo asistieron unos miles de manifestantes, entre ellos gente traída de otras zonas en una flota de decenas de autobuses contratados para el efecto.

En la concentración, García y Flores reiteraron el argumento de que han dejado atrás años de enfrentamientos en aras de que sus partidos, Aprista y Popular Cristiano (PPC), los más tradicionales, asuman el gobierno en lugar de formaciones emergentes marcadas por la incertidumbre.

El exmandatario intercambió encendidos elogios con Flores y señaló que la alianza entre ambas fuerzas ha sido lo más destacado que han hecho ambos grupos en los últimos años.

Lanzó una serie de promesas, como la de elevar el crecimiento económico de menos de tres por ciento actual a nueve por ciento, algo que ningún economista cree posible porque el decrecimiento es común a la región y es causado principalmente por factores externos que no cambiarán a corto plazo.

Neoliberal como García y Flores, la candidata que encabeza las encuestas, Keiko Fujimori, realizó otro mitin en un barrio limeño y presentó al parlamentario Luis Galarreta, quien emigró del PPC al partido fujimorista Fuerza Popular.

Galarreta confirmó que no hay diferencias de fondo entre los candidatos de esa línea, al señalar que no ha cambiado de posición pues mantiene la misma línea política.

Las coincidencias entre Fujimori, García, los empresarios y políticos Pedro Pablo Kuczynski y César Acuña, y el exgobernante Alejandro Toledo, los primeros en los sondeos, llevan a la candidata izquierdista Verónika Mendoza a afirmar que los cinco son "más de lo mismo".

Mendoza señaló que, además, el quinteto se caracteriza por tener antecedentes, procesos en marcha, investigaciones o sospechas de corrupción, pese a lo cual fueron los únicos convocados a una conferencia internacional anticorrupción organizada por la Contraloría General.

La candidata y otros postulantes rezagados en las encuestas condenaron como discriminatoria la convocatoria de la Contraloría, que se vio obligada a abrir el foro a todos los candidatos.

En el quinteto, el emergente César Acuña, del grupo Alianza para el Progreso, aseguró que no habrá narcotraficantes ni gente fuera de la ley en su lista de candidatos al parlamento, en medio de las sospechas en torno al origen de su fortuna, cimentada según afirma en el éxito de su red de universidades privadas.

El partido de Acuña fue uno de los pocos que no presentaron su informe de sus primeros ingresos y egresos a las autoridades electorales en el plazo de ley, fenecido, ante lo cual solo dijo que desconoce el motivo de la omisión y cargó la responsabilidad al tesorero de la organización.

(Tomado de PL)