Por: María Josefina Arce
Favorable ha sido el desarrollo de las relaciones entre Cuba y Francia, país que el presidente cubano, Raúl Castro, visitará entre el primero y dos de febrero próximo con lo que confirma el excelente estado de los nexos bilaterales sobre todo a nivel económico, comercial y del intercambio político.
El viaje de Raúl Castro responde a una invitación del jefe de Estado François Hollande, tras la visita oficial que realizara a La Habana en mayo del pasado año y durante la cual se suscribieron cuatro convenios de colaboración entre universidades e instituciones de ambas naciones.
Igualmente Hollande inauguró la nueva sede de la Alianza Francesa, en el centro histórico de la capital cubana, una institución que promueve el idioma y la cultura francófona en el archipiélago.
El presidente francés se reunió también en esa ocasión con Raúl Castro y dialogó por cerca de una hora con el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, con quien abordó temas de interés internacional.
Ahora durante la permanencia del primer mandatario cubano en territorio francés se firmarán importantes convenios, lo cual incluye el diseño de una hoja de ruta sobre las relaciones comerciales y bilaterales.
Es así que también tendrá lugar un foro económico en el que se expondrán a los empresarios galos las nuevas oportunidades de negocios existentes en Cuba, a partir de la nueva Ley para la Inversión Extranjera y la versión actualizada de la Cartera de negocios.
Presentada en la Feria Internacional de La Habana, en noviembre del pasado año en la capital cubana, contiene 80 proyectos más que la primera y estima inversiones en todo el territorio nacional, incluyendo el municipio especial de la Isla de la Juventud, por valor estimado en 8 mil millones de dólares.
En esta nueva cartera de negocios aparecen representados 12 sectores de la economía, entre los que destacan turismo, petróleo y agroalimentos.
En la actualidad Francia es el décimo socio económico del archipiélago, con quien mantuvo en el 2014 un intercambio de 180 millones de euros.
La cooperación entre Cuba y Francia puede contribuir además a abrir a la nación europea las puertas de América Latina, una región en la que el gobierno galo ha dicho que desea incrementar su presencia.
París reconoce la posición clave de la Mayor de las Antillas en el concierto regional, como miembro de importantes mecanismos de integración política y económica. De hecho en este año ostenta la presidencia pro témpore de la Asociación de Estados del Caribe.
La visita de Raúl Castro a territorio francés además de afianzar los nexos bilaterales que datan de 1902, permitirá también avanzar en la construcción de una nueva era de las relaciones del país caribeño con las naciones que conforman la Unión Europea.