Por: María Josefina Arce
La disminución del precio del petróleo a nivel internacional y la baja en las ventas de gas natural no ha tomado por sorpresa a Bolivia, que en los últimos años ha sabido prepararse para afrontar esa crisis, poder mantener su ritmo de crecimiento económico y no afectar el bienestar de sus ciudadanos.
La previsora visión del presidente Evo Morales ha permitido que la nación andina mantenga sus metas de desarrollo socioeconómico, al promover la industrialización y la diversificación de la exportación de productos derivados del petróleo y el gas natural, así como a los mercados a que están dirigidos.
Tal es el caso de la exportación de Gas Licuado de Petróleo a Perú y Paraguay, al tiempo que la estrategia apunta a que esto continúe con el Gas Natural Licuado y los fertilizantes.
Bolivia también ha apostado por incentivar la producción interna y al sector agropecuario, atinada política reconocida por organismos internacionales como el Banco Mundial y la CEPAL, Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe.
En los últimos meses se fue a diversificar la producción agrícola y a reorientar los recursos de los municipios y gobernaciones hacia el ámbito productivo.
Con ese fin el pasado año se celebró la Cumbre “Sembrando Bolivia”, que abrió el camino para nuevos planes que permitieran mantener la seguridad alimentaria de todos los bolivianos.
Desde la llegada al poder Morales ha promovido la entrega de tierras a los campesinos y puesto en práctica políticas de ayuda para incrementar la producción agropecuaria.
Es así que el gobierno boliviano ha otorgado más de 38 mil créditos a campesinos, al tiempo que se ha trazado como meta desarrollar en todo el territorio nacional el sistema de riego.
Los proyectos en materia agrícola ha permitido también reducir la pobreza extrema. En su informe al Senado de sus diez años de gestión enfatizó el presidente Morales que “Antes 68 por ciento de la propiedad era de los empresarios, ahora 57 % es de los pequeños productores campesinos indígenas”.
Por demás, el país está avalado por el alto nivel de sus reservas monetarias, calculadas en unos 15 MIL millones de dólares y a las que se podría recurrir en caso de problemas con la economía.
La acertada política económica puesta en práctica por el presidente Morales ha permitido un crecimiento, con inclusión social, en los últimos años, ritmo que las autoridades están seguras de mantener en el venidero lustro, a pesar de las adversas condiciones internacionales.
