Por María Josefina Arce
El patriarca ortodoxo ruso, Kiril, se encuentra en Cuba, en lo que ha sido calificada como una histórica visita pues el territorio cubano será también escenario de un breve encuentro con el Papa Francisco, quien hará una escala en el aeropuerto internacional José Martí, de La Habana, en su viaje a México.
Se reafirma así la Mayor de las Antillas con esta primera cita entre los máximos representantes de la iglesia católica y ortodoxa rusa como un país que a lo largo de la historia ha promovido con su actitud solidaria y respetuosa la paz y el diálogo,
Igualmente la visita del jerarca ortodoxo, la primera en esta función, consolida las relaciones entre la nación caribeña y Rusia, país con el que los cubanos mantienen estrechos nexos de amistad y colaboración que en los últimos tiempos se han caracterizado por un gran dinamismo y diversificación.
Esta es la cuarta ocasión en que su Santidad visita nuestro país, en una muestra de los fluidos y positivos lazos que existen desde su primer viaje a La Habana en 1995 cuando entre otras responsabilidades se desempeñaba como Gerente de la Eparquía Ortodoxa de Hungría y miembro del Consejo de Política Exterior, del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa.
En 2004 ya con otras responsabilidades volvió a tierra cubana, donde se reunió con el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, y participó en la ceremonia de colocación de la primera piedra del templo de la Catedral Ortodoxa rusa Nuestra Señora de Kazán.
Erigida en el centro histórico de la Habana Vieja, la obra de estilo bizantino fue calificada por Fidel Castro como un monumento a la amistad cubano-rusa y la prueba irrefutable del respeto de la revolución cubana por uno de los principios fundamentales de los derechos humanos, en consonancia con una revolución socialista profunda y radical.
Cuatro años después regresaría para oficiar la Divina Liturgia de su consagración como Catedral Ortodoxa Rusa Nuestra Señora de Kazán, momento de gran trascendencia para la comunidad ortodoxa presente en Cuba desde inicios del siglo XX y conformada por emigrantes de origen griego, ruso y de otros países eslavos.
Muestra de los lazos amistosos que se han ido entretejiendo entre Cuba y el Patriarca de Moscú y de Toda Rusia es el hecho de que el presidente cubano, Raúl Castro, fue el primer líder extranjero con el que se reunió Kirill tras ser entronizado el 1 de febrero de 2009.
Con la visita que ahora realiza a territorio cubano se afianzan unos nexos que el líder religioso ha calificado de especiales e imposibles de romper. “Los años pasan, pero los cubanos siguen siendo hermanos”, enfatizó el Patriarca de la iglesia ortodoxa rusa.