Por: Roberto Morejón
Ni en los momentos más álgidos del bloqueo contra Cuba se detuvo la visita de aunque fuera un solo estadounidense que, después de burlar el absurdo cerco, se acercara al habanero Museo Hemingway, que celosamente atienden expertos locales.
El Premio Nobel de Literatura 1954 Ernest Hemingway vivió más de 20 años en Cuba, en la finca La Vigía, y simboliza uno de los múltiples puentes trazados entre el país norteño y su vecino geográfico.
El Viejo y el mar es el volumen de Hemingway que recurre más al escenario cubano, pues los hechos transcurren en el poblado de Cojímar, donde el novelista tenía atracado el barco Pilar y entabló amistad con el pescador Gregorio Fuentes.
Otra figura cumbre de la cultura, la prima Ballerina Assoluta y directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso, también ha estado vinculada a Estados Unidos.
Desde muy joven se trasladó a aquel país y completó su formación hasta comenzar su trayectoria profesional en Broadway en mil 938, ingresar después en el American Ballet Caravan y dos años más tarde en el Ballet Theatre of New York.
Si hablamos de lazos históricos entre Cuba y Estados Unidos, evoquemos a Henry Reeve, un norteamericano que se enroló en una expedición de abolicionistas que desembarcó aquí en mil 869, para sumarse a lucha contra el colonialismo español.
Participante en varias batallas, fue apresado en la región oriental, pero a pesar de recibir cuatro balazos sobrevivió y retomó contacto con los insurrectos cubanos, hasta llegar a combatir bajo las órdenes del patriota Ignacio Agramonte.
Un contingente de médicos y otros trabajadores cubanos de la salud, especializados en combatir las secuelas de epidemias y desastres naturales, lleva el nombre de Henry Reeve, porque estuvo listo para socorrer a las víctimas del huracán Katrina, en Lousiana, en 2005.
Once años después del aquel fenómeno meteorológico tendrá lugar en el estadio Latinoamericano de La Habana un juego de béisbol entre un equipo de las Grandes Ligas de Estados Unidos y otro cubano.
La actividad atlética de las bolas y los strikes se popularizó en Estados Unidos en 1 845 y poco tiempo después llegó a Cuba.
Se dice que el país antillano es su segunda patria después de que tripulantes de cargueros de la nación norteña y jóvenes estudiantes lo difundieron aquí.
Las relaciones deportivas entre Cuba y Estados Unidos han sido mínimas por el bloqueo, pero pudieran retomarse y ayudar al proceso de normalización de relaciones.
En la finca La Vigía, donde se exhiben libros y pertenencias de Ernest Hemingway, permanece intacta su vieja máquina de escribir.
Como si esperara porque un periodista o novelista, como Hemingway, escribiera la historia de la aproximación de Cuba y Estados Unidos, con respeto a los sistemas políticos y de vida de cada país.