Por: Roberto Morejón
Cuba reafirmó sus dotes de hospitalidad y capacidades organizativas al acoger acontecimientos de relieve internacional, en las esferas política, cultural y deportiva, en el breve lapso de dos semanas.
En ese período viajaron a Cuba dos Presidentes, un mítico grupo musical británico y un equipo de las Grandes Ligas de béisbol de Estados Unidos.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, rindió en La Habana una importante jornada de trabajo enfilada a la concertación de un programa de intercambios con Cuba, extendido hasta 2030.
Poco después de concluida la firma de acuerdos entre delegaciones de Cuba y Venezuela, inició una visita el presidente estadounidense, Barack Obama.
Los cubanos le brindaron hospitalidad como Jefe de Estado, lo escucharon atentamente y discreparon con respeto de algunos de sus planteamientos y conceptos.
No obstante, reconocieron la declarada intención del gobernante de seguir demandando del Congreso de su país el levantamiento del bloqueo.
Como se sabe, los presidentes de la principal potencia económica mundial viajan acompañados de un profuso séquito de legisladores, invitados y periodistas.
Obama y sus acompañantes se movieron libremente por La Habana con seguridad, pues además del nutrido círculo de protección del Presidente, la delegación contó con la eficiencia de las fuerzas desplegadas por Cuba.
El presidente estadounidense presenció un histórico juego de béisbol entre un equipo nacional cubano y los Rays de Tampa Bay, el primero entre un plantel profesional del país norteño y Cuba 1999.
Si bien el estadio Latinoamericano, escenario de la competencia, se somete a mejoras, algunas se aceleraron para acoger una lid de ese nivel.
Casi coincidente con el regreso a su país de los peloteros estadounidenses, llegaba a La Habana el legendario grupo británico The Rolling Stones, precedido de una imponente infraestructura para su concierto.
La actuación gratuita obligó a montar con rapidez un monumental escenario y equipamiento de luces y sonido, aportado por los músicos, pero instalado por personal cubano.
Cuba ha organizado una cumbre de los No Alineados y otra de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, entre otros foros internacionales.
Igualmente acogió con acierto competencias deportivas mundiales y regionales así como festivales de las artes y las letras.
A pesar de la limitación de recursos materiales y su condición de país pobre y bloqueado, Cuba es capaz de ser sede exitosa de eventos significativos y brindar total seguridad a dignatarios extranjeros.
Un público de alto nivel de instrucción y disciplinado contribuye a que los visitantes se sientan en Cuba bien atendidos y puedan desarrollar acertadamente sus objetivos de viaje.