Por: Roberto Morejón
Profundo simbolismo representa la inauguración del séptimo congreso del Partido Comunista de Cuba el 16 de abril, pues 55 años antes se proclamó el carácter socialista de la Revolución.
El 15 de abril de 1961, aviones estadounidenses procedentes de Centroamérica bombardearon varios aeropuertos en La Habana y Santiago de Cuba, en lo que constituyó una escalada de las acciones violentas para desestabilizar a la entonces naciente Revolución.
Jóvenes artilleros, todavía inexpertos, respondieron con el escaso arsenal disponible al bombardeo de las aeronaves que, para crear confusión, llevaban insignias de la Fuerza Aérea Revolucionaria.
En el sepelio de los caídos en el ataque aéreo el día 16, el líder cubano Fidel Castro declaró al mundo el carácter socialista de la Revolución, determinación apoyada por la inmensa mayoría de los ciudadanos que valió como incentivo adicional para repeler la invasión mercenaria por Playa Girón.
En la fecha mencionada, los cubanos instauraron el “Día del Miliciano.
La propia dirección del país alertó sobre la inminencia de un ataque a fondo con el apoyo de Estados Unidos, después de la incursión aérea contra aeropuertos cubanos.
Sin las armas necesarias, pero con gran dosis de coraje, los milicianos cubanos y la población repelieron a los mercenarios invasores y alcanzaron la victoria en menos de 72 horas, la primera gran derrota de Estados Unidos en América Latina.
Con el paso de los años, los cubanos hicieron un balance de lo atinado de haber proclamado el carácter socialista del proceso social, gracias al cual el país avanzó de forma significativa en varias esferas.
En 2001, aniversario 40 de esa determinación, Fidel Castro destacó que sin el socialismo los cubanos NO habrían podido resistir la hostilidad y la guerra económica.
Tampoco cada ciudadano tendría el mismo derecho a recibir gratuitamente cualquier servicio de educación y salud, cueste lo que cueste, y sin que para ello ---apuntó-- jamás alguien le pregunte cuáles son sus ideas religiosas o políticas.
Desde aquella jornada dramática y memorable del sepelio de los caídos en el artero ataque del 15 de abril a varios aeropuertos, los cubanos fortalecieron sus convicciones, su confianza en el futuro y su decisión de trabajar por vencer las dificultades.
Ese espíritu se refleja en el séptimo Congreso del Partido Comunista, cuyos delegados debatirán sobre temas esenciales para el presente y el futuro, pues Cuba cambia para mejorar, pero sin borrar las esencias del proyecto social vigente.