Por: Roberto Morejón
En momentos en que más empresarios, turoperadores y compañías de turismo del mundo buscan hacer negocios con Cuba, el país reafirmó su apuesta por esa industria, apegada a su cultura, historia y hospitalidad.
Los organizadores de la trigésimo sexta Feria Internacional de Turismo FITCUBA 2016 constataron tanto interés por este mercado que reexaminarán las pautas de las siguientes.
Y aunque lo más divulgado internacionalmente es el arribo de visitantes estadounidenses, Cuba reafirmó en FITCUBA 2016 su determinación de prestar igualmente atención a los mercados que apostaron tradicionalmente por ella.
Los que arriban de Estados Unidos muestran un crecimiento de 93 por ciento en los primeros cuatro meses del año, en comparación con igual etapa de 2015, aunque solo llegan en 12 categorías autorizadas por su gobierno.
Para atender a todos los visitantes, los ejecutivos del Ministerio cubano de Turismo dieron a conocer en la feria habanera ambiciosos planes con vistas a aumentar la capacidad de alojamiento.
La cartera de negocios contempla 127 nuevos proyectos, de ellos 25 para la construcción de hoteles.
Cuba ofrece un abanico tan amplio de oportunidades de acciones a empresarios foráneos que incluye 97 propuestas para la administración hotelera, con o sin financiamiento, y cinco a la gestión de marinas.
Como se evidenció en la muestra, el Ministerio de Turismo también quiere asegurar los avituallamientos y por esa razón brindó espacio a proveedores, con 70 empresas nacionales y extranjeras.
Acorde con las intenciones de recuperar los hospedajes existentes, FITCUBA 2016 tuvo el acierto de acoger presentaciones de grupos hoteleros empeñados en respaldar esos propósitos.
En la feria, donde los nacionales conocieron prácticas para avalar la calidad de los servicios, se abogó por aumentar el agrado de los clientes al hacer de las modernas tecnologías un valor incorporado gracias a su generalización en el sistema.
Igualmente, se puso de relieve la buena opinión de turoperadores, agentes de viajes y hoteleros por las modalidades internas de la llamada industria del ocio.
Muy bien valorado resulta el ofrecimiento a los visitantes de las tradicionales opciones de sol y playa junto a otras menos promovidas.
Es el caso de la cultura en su acepción más integral, que incluye el conocimiento de las artes, patrimonio arquitectónico y tradiciones, esencial para identificar el sistema de valores autóctono.
En FITCUBA 2016 se enfatizó en que Cuba consolidará la industria del turismo como uno de los renglones clave de generación de divisas, hoy colocado en segundo orden, solo después de la exportación de servicios profesionales. FIN