Por:Guillermo Alvarado
El sexto periodo de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la Cepal, tiene lugar esta semana en la capital de México con la mirada puesta en la agenda de desarrollo para 2030, aprobada por la Asamblea General de la ONU en septiembre del año pasado.
"La Agenda 2030 es nuestra, de todos los países y de la sociedad entera. Es una agenda universal, un proyecto colectivo", dijo la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, al referirse al programa que constituye una guía de acción para la comunidad internacional, destinada a generar la prosperidad y el bienestar.
En base a ese documento se creó el proyecto «Horizonte 2030, La igualdad en el centro del desarrollo sostenible», que se presentará este jueves a los asistentes al encuentro en México del organismo regional de Naciones Unidas.
Una de las novedades del texto es que plantea sin ninguna vacilación que el sistema imperante hoy día en el planeta es insostenible y se necesitan transformaciones profundas para borrar las desigualdades, el hambre y la pobreza que azotan a una gran parte de la humanidad.
Bárcena afirmó que América Latina y el Caribe tienen una oportunidad histórica de promover un modelo de desarrollo que reduzca los profundos desequilibrios económicos en la región.
Este llamado tiene una particular importancia en instantes en que se lleva adelante una avalancha neoliberal contra los gobiernos progresistas.
Argentina y Brasil son dos claros ejemplos de que apenas instalada la derecha en el poder comienza a dar marcha atrás a programas de beneficio popular, como los de vivienda, salud, servicios públicos de calidad y el derecho al trabajo.
Así, mientras la Cepal impulsa medidas que garanticen el crecimiento económico inclusivo y sostenido, que promuevan la creación de empleos de calidad, es decir con salarios justos y el respeto a las garantías laborales, los apóstoles del neoliberalismo hacen precisamente todo lo contrario.
Por otra parte, las adversas condiciones globales, con la caída de los precios de las materias primas, privan a muchos gobiernos de los recursos para sacar adelante sus programas, lo que es aprovechado por la derecha para generar descontento y crear turbulencias sociales y políticas.
Es de esperar que en la conferencia de la Cepal se aborden las agresiones, por medio de golpes blandos o parlamentarios, que los sectores conservadores hacen a la verdadera democracia y la libertad.
Si estos siniestros proyectos siguen adelante, el Horizonte 2030 será triste para nuestros pueblos a pesar de los esfuerzos de organismos como la Cepal para cerrar la brecha de la desigualdad y redimir de la pobreza a las grandes mayorías por medio de un desarrollo inclusivo y solidario.