Por: Roberto Morejón
Las relaciones entre Cuba y Japón recibieron una inyección de dinamismo en los dos últimos años, período en el que se presentaron como hechos puntuales el intercambio de visitas de alto nivel.
Hablamos de la permanencia en La Habana en mayo de 2015 del canciller japonés, Fumio Kishida, y en Tokío del primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, desde el 31 de mayo hasta los primeros días del mes en curso.
Durante su visita oficial, el dirigente cubano se reunió, entre otros, con el primer ministro, Shinzo Abe, el canciller Fumio Kishida, el viceprimer ministro y titular de Finanzas Taro Aso y los presidentes de las dos Cámaras del parlamento.
Entre los intercambios más provechosos destacó la entrevista con representantes de importantes empresas, todas de gran prestigio internacional y en especial en Cuba por su eficiencia y responsabilidad.
Japón fue el segundo socio comercial de Cuba en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado y aquí se aspira a recuperar el flujo de las transacciones, incluyendo la inversión extranjera.
La nueva ley que otorga más flexibilidad al flujo de capitales y tecnologías y la apertura de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, al oeste de La Habana, ofrecen amplias perspectivas a los hombres de negocios de Japón.
Además, Cuba busca diversificar sus mercados, socios comerciales y fuentes de inversiones para NO depender de uno solo, esfuerzo en el que el país asiático puede jugar un papel cardinal.
Cuando están frescas las imágenes de la conmemoración en La Habana en 2014 del aniversario 400 de la llegada al país caribeño del primer samurai, Hasekura Tsunenaga, Cuba subraya el interés de aumentar las inversiones externas más de 20 por ciento en relación con los montos tradicionales.
De acuerdo con el diario japonés Nikkei, las firmas Marubeni y Mitsui estarían en disposición de abrir nuevas sucursales en La Habana, objetivo similar de Mitsubishi Corporation, según señalan otras fuentes.
Japón, cuyo gobierno defendió el levantamiento del bloqueo estadounidense a Cuba, estudia la inauguración en La Habana de una oficina de representación de la Agencia Internacional de Cooperación, con asiento en la Tierra del Sol Naciente.
Al iniciarse el mes de junio, viajó a esta capital una delegación integrada por 60 representantes de 35 empresas japonesas, incluyendo algunas radicadas en Estados Unidos, México y Brasil, interesadas en las nuevas oportunidades de negocios de Cuba.
Como se aprecia, los dos países tendieron puentes diversos y valoran otros para trabajar a favor del aumento de una colaboración que se ampara en los lazos amistosos existentes desde 1929.