por Nicanor León Cotayo
Lo sucedido este domingo en la ciudad floridana de Orlando corrobora dónde radica el verdadero poder en Estados Unidos.
Su discoteca “Pulse” fue testigo del asesinato de 49 personas y las heridas sufridas por otras 43.
Les disparó un joven estadounidense de 29 años, Omar Mateen Seddique, de origen afgano, a quien luego ultimó la policía.
Entre los heridos, según fuentes periodísticas y consulares, hubo una colombiana, Paula Andrea Blanco, y un mejicano, Javier Nava Coria.
La organización médica Orlando Health indicó este domingo que aún continuaban haciendo intervenciones quirúrgicas.
La victima de menos edad es Luis Omar Ocasio-Capo, de 20 años, y la de más, Franky Jimmy Dejesus Velásquez, de 50.
Entre los 26 asesinados que identificaron, 22 son de origen latino, o sea que la mayoría de los asistentes a la Noche Latina, organizada por la discoteca, eran de esa procedencia.
Según escribió este lunes la agencia española EFE, el escenario de esa repugnante matanza “es frecuentado por homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales”.
Al comentar lo sucedido la misma atencia dijo: el asesino de Orlando es un lobo solitario “conocido por el FBI”.
Otra fuente española, El Diario.es, con la asistencia del periódico británico The Guardian hizo una valoración sobre lo acontecido.
Afirmó que el caso en Orlando demuestra las dificultades levantadas en Estados Unidos a investigaciones sobre actos terroristas.
Agregó que las murallas existen hasta para el FBI “incluso cuando el sospechoso ha sido interrogado y puesto bajo vigilancia”.
Lo avala remitiéndose al caso antes mencionado.
Recordó que ese cuerpo represivo había investigado al asesino Mateen Seddique por sus nexos con un hombre de la Florida que actuó como terrorista en Siria.
Sin embargo, el FBI llegó al criterio de que sus conexiones “eran mínimas”.
El Buró Federal también cerró una investigación sobre personas que después cometieron una agresión, el caso de los hermanos Tsarnaev, autores del ataque en la Maratón de Boston de 2013.
Por último mencionó el asesinato múltiple en el club LGTB, de Orlando, perpetrado por un hombre cuyos lazos con el terrorismo habían sido calificados como “insustanciales”.
Washington alega que los terroristas llamados “lobos solitarios” son difíciles de identificar antes de cometer sus fechorías.
Pero en el caso del atacante de Orlando la apariencia de ese tipo de lobo era ampliamente conocida por el FBI.
Sin embargo con toda tranquilidad fue a una tienda y compró el fusil de asalto con el que acribilló a balazos a sus victimas.
Otro alarmante caso de impunidad y del gigantesco poder que disfruta en Estados Unidos la Asociación Nacional del Rifle.
Solo una de las corporaciones multimillonarias que mandan en Estados Unidos.