por Roberto Morejón
Gran impacto tuvieron en esferas económicas y la prensa de Colombia, la reciente firma en la ciudad de Medellín de un acuerdo de complementación comercial con Cuba, destinado a aumentar los intercambios, y la decisión de explorar posibles inversiones.
Colombia y Cuba rubricaron un convenio de profundización comercial, favorable para los dos países, con vista a permitir que el 89% de los productos de la nación andina ingresen sin aranceles al país caribeño.
Si hasta ahora se beneficiaban con alguna exención más de 2 000 bienes, en lo adelante se sumarán otros 2 518, gracias a la reactivación del acuerdo de complementación económica vigente desde 2001.
Entre los renglones incluidos en el procedimiento arancelario destacan los de origen agropecuario así como textiles, automotores, cueros, electrodomésticos, calzados y de la siderurgia y la construcción.
El acuerdo comercial entre Cuba y Colombia reduce aranceles en otras partidas e incluye normas de origen con el objetivo de otorgarle carácter duradero a las ventas.
Todo apunta a la revitalización de las transacciones hasta ahora modestas, pues las exportaciones de Colombia a Cuba en 2015 sumaron 39 millones de dólares.
De ese monto, 91 por ciento correspondieron a plásticos, cerámicas, maquinarias, alimentos, farmacéuticos y piezas para habilitar servicios sanitarios.
Más allá de las coincidencias en materia de intercambios de bienes, los gobiernos de Colombia y Cuba también exploran posibles inversiones.
Gracias a un documento firmado, las agencias promotoras de exportaciones e inversiones Procolombia y Procuba trabajarán en esa dirección.
Para Cuba es importante equilibrar la balanza comercial, hasta ahora deficitaria.
Sobre la mesa está latente la eventualidad de que Cuba venda productos farmacéuticos y biotecnológicos, aunque será preciso sortear el escollo de las multinacionales, dominantes de ese flujo.
Cuba además está en condiciones de brindar servicios médicos como lo hace con 70 países.
En el mismo terreno de los servicios también destaca la industria del turismo como una esfera apta para la colaboración.
Es pequeño el tránsito entre los dos países, pues de Colombia a Cuba viajaron 30 mil personas en 2015 y en línea inversa lo hicieron 8 mil, pero se espera que las agencias de viajes puedan fijar el multidestino, con beneficios para las dos partes.
Como se explica, los gobiernos de Cuba y Colombia avanzan hacia la expansión de sus nexos económicos.
Si bien Cuba diversifica sus mercados y fuentes de inversiones, los países de América Latina siempre tendrán una atención especial en las discusiones para aumentar los intercambios provechosos.
