Optimismo en América Latina por acuerdo de paz en Colombia

Editado por Maite González Martínez
2016-06-23 09:18:44

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Por: Roberto Morejón

La firma de un acuerdo para un cese definitivo del fuego entre el gobierno colombiano y las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia genera hondas esperanzas en el país sudamericano y en el subcontinente, pues se abren las puertas para la reducción de la violencia.

 Los colombianos tienen grandes expectativas sobre una avenencia que, como se anuncia, está enfilada a silenciar  los fusiles, el abandono de armas y el desarme de los rebeldes.

 Las dos delegaciones consiguieron también en La Habana conciliar posiciones sobre las garantías de seguridad para los ahora combatientes, durante la venidera etapa de desmovilización y reintegración a la vida civil.

Además, abordaron el enfrentamiento a organizaciones criminales, incluyendo las sucesoras del paramilitarismo.

Si bien queda camino por recorrer hacia la paz definitiva, se dará desde ahora un paso trascendental y hay razones para que las víctimas de la violencia, sus familiares y la población en general alberguen esperanzas.

La violencia, acompañada siempre de despliegue de fuerza, es la causa de los desplazamientos masivos en América Latina, y Colombia es el país con mayor número de personas en esa condición desesperada, incluso por encima de Siria.

Colombia ha vivido en la zozobra en el siglo veinte y durante lo avanzado del veintiuno, el fenómeno quedó arraigado en la memoria histórica.

De acuerdo con cifras oficiales, la cantidad de desplazados en la región llega a más de siete millones y nada menos que 6,9 millones proviene de Colombia.

Lo que es lo mismo, 12 por ciento de la población colombiana ha sido obligada a trasladarse internamente.

De acuerdo con el representante en ese país de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, Martin Gottwald, la violencia se manifiesta particularmente en las zonas rurales y en los territorios donde el Estado está ausente.

Más allá de los efectos económicos y sociales del desarraigo forzado, provocado por el terror, están los psicológicos, con traumas en las familias.

Es oportuno recordar que la violencia en Colombia se genera por los enfrentamientos entre las partes beligerantes y por la acción de grupos paramilitares y delincuentes que intentan pescar en río revuelto.

Ahora bien, los organismos especializados destacan que con la marcha de las negociaciones de paz en La Habana, los índices de violencia disminuyeron, aunque lógicamente, aún lejos de las aspiraciones.

Con el acuerdo alcanzado en la capital cubana, los colombianos esperan el inicio de un viraje para que la intimidación y los sobresaltos generados por el conflicto interno, con 260 mil muertos y 45 mil desaparecidos, comiencen a ceder de forma más pronunciada.



Comentarios

  • Enrique's gravatar
    Enrique
    23/06/2016 05:48 pm

    Abrazo fuerte compañeras y compañeros!! América Latina territorio de Paz!!


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