por Roberto Morejón
Entre las decenas de miles de niños, adolescentes y jóvenes hoy en vacaciones de verano en Cuba pueden encontrarse los matriculados en la Enseñanza Especial, una de las aristas del sistema educativo gratuito, inclusivo e integral de este país.
El sistema nacional de enseñanza y de trabajo de Cuba tiene un carácter masivo y contempla la participación de la sociedad en sus tareas, la coeducación y la atención individualizada a los estudiantes en todos los niveles.
Entre ellos destaca la Enseñanza Especial, donde maestros con una instrucción particularizada imparten clases a 37 000 alumnos en cerca de 365 escuelas.
Hablamos de una modalidad brindada incluso a infantes y jóvenes que por diversas razones no pueden asistir a los colegios y los docentes acuden a los hogares para preservar el aprendizaje.
En Cuba se perciben los cambios realizados a favor de que niños y jóvenes con limitaciones leves físico-motoras o mentales se integren a las escuelas adecuadas, gracias a un gran esfuerzo estatal.
Cada año más de 1 400 graduados de la enseñanza especial se insertan en la vida laboral, pues mediante las alianzas con diversas empresas los egresados tienen garantizada su ubicación laboral.
Expertos realizan pruebas a los estudiantes con necesidades educativas especiales, en aras de confirmar si adquirieron las habilidades para valerse por sí solos en las diversas modalidades de empleo, tanto en el estatal como en el privado.
En sintonía con tantos esfuerzos y resultados elogiosos, la Asociación Mundial de la Educación Especial confirió en 2014 el premio "Mundo de Esperanza" al Ministerio de Educación de Cuba.
En el otorgamiento, se reconoció la labor de esa institución estatal durante más de 50 años a favor de los niños con discapacidad.
Los reconocimientos estimulan, pero no obstante, metodólogos y otros funcionarios buscan perfeccionar este tipo de enseñanza, tan compleja.
Lo hacen porque creen posible mejorar la caracterización y diagnóstico de los alumnos, modificar términos y conceptos excluyentes y reforzar el vínculo con la familia y las comunidades.
Los ensayos pretenden incrementar la calidad de la metodología psíquico-pedagógica y la instrucción a directivos y docentes.
Experiencias enriquecedoras se obtienen con la realización en Cuba del séptimo Congreso Internacional de Educación y Pedagogía Especial y el cuarto Simposio de la Educación Primaria.
Cuba se afianza en el movimiento mundial de Sociedad Inclusiva, que reconoce como principio fundamental la Declaración Universal de los Derechos Humanos.