por Nicanor León Cotayo
Un reciente artículo que distribuyeron allí brindó datos, sencillamente, abrumadores. Amplificado por otros, lo publicó esta semana en Miami el Nuevo Herald, bajo el titulo: NUESTRA GUERRA URBANA.
Su autor es Guillermo Descalzi, quien escribe que mientras el año pasado tuvieron 12 942 muertos a balazos en el país, fuera de su territorio cayeron 22 soldados.
Solo en la ciudad de Chicago, puntualiza Descalzi, durante ese tramo mataron a tiros unas 468 personas (466 de la comunidad negra).
¿Cómo se llevó a cabo tal masacre interna? Según Descalzi en el contexto de “una guerra de locos armados” por la distorsión de la segunda enmienda constitucional”.
Añadió que se necesitaron las muertes en Minnesota y Luisiana, más las de cinco policías en Dallas para saber que esta es una guerra que nos afecta a todos.
Descalzi advirtió con tono solemne: Nos creemos a salvo en nuestros barrios y suburbios, en iglesias y congregaciones.
También, subrayó, intocables con nuestro dinero, posición social y “derecho a las armas para defendernos de quienes usan ese derecho para matarnos.”
Por último dijo que se trata de un decreto enunciado muchos años atrás cuando las armas “eran cargadas con baqueta, pólvora y munición”.
Luego, prosiguió el especialista, hay que incluir el caso de Tejas, donde, sin ocultarlo, portan pistolas y rifles amparados en la ley estatal “open carry”.
Observadores piensan se trata de una conflagración alimentada por la desconfianza que inspira a los afroamericanos ser más del 50 por ciento de los siete millones de prisioneros que hay en cárceles de Estados Unidos.
La inseguridad pública va llegando tan lejos allí, que tres gobiernos extranjeros tomaron la iniciativa de emitir precauciones sobre los viajes a ese país.
Este martes The New York Times reveló que el mensaje para estos y otros viajeros resultó claro:
“Tengan cuidado porque las tensiones desatadas tras los recientes tiroteos entre la policía y personas de la raza negra pueden ser una amenaza para su seguridad”.
¿Qué resta de la placentera imagen que vendieron durante años sobre Estados Unidos?
Un espejo muy arañado podría ser colocado en su lugar habitual, pero ya nunca brillará con las mismas luces.
(CubaSí)