Entre todas las mujeres

Editado por Martha Ríos
2016-08-23 15:53:13

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Teresa Amarelle Boué. Foto: Archivo

Por Jesús Jank Curbelo

Teresa Amarelle Boué es, desde octubre del 2012, la secretaria general de la Federaciónde Mujeres Cubanas (FMC). Es, además, una de las cuatro mujeres que integran el Buró Político del Partido Comunista de la Isla.

Así que —según sus propias palabras en cada una de sus intervenciones están las voces de más de cuatro millones de cubanas. Sus intereses, sus preocupaciones.

Por eso, y en el marco del aniversario 56 de la organización que representa, Granma se acercó a ella. Le hizo algunas preguntas…

LA MUJER CUBANA HOY Y LA FMC...

Nosotras tenemos un intercambio permanente con las mujeres en las delegaciones, en los bloques, de manera que buscamos las mejores maneras de afrontar cada una de sus preocupaciones.

Sin dudas, el envejecimiento poblacional es un desafío, pues todavía recae sobre la mujer el cuidado de ese 19,4 % de la sociedad que representa el envejecimiento poblacional.

Pero esto recae sobre una mujer que tiene también responsabilidades sociales, de manera que en algunos casos ella se encuentra en la disyuntiva de si continúa en el mercado laboral o si tiene que permanecer en casa al cuidado de esas personas.

Por suerte en Cuba hay una red de cuidados a la familia (los hogares de ancianos, por ejemplo) y otras políticas que el Gobierno ha ido adoptando para paliar esas nuevas realidades sociodemográficas.

Y hay que decir que nuestras delegaciones contribuyen en ese sentido, porque donde hay un anciano solo, ahí hay trabajadoras sociales que le compran los medicamentos, o que colaboran en la higienización de su vivienda.

Un problema es que la demanda de círculos infantiles es muy superior a la oferta. Esto sucede a partir de que las mujeres se han incorporado mayoritariamente al empleo, tanto en el sector estatal como no estatal… Pero las trabajadoras de ambos sectores tenemos derecho a capacidades en los círculos infantiles.

Por tanto, hoy estamos trabajando, junto con el Gobierno y la Comisión de Implementación, en la búsqueda de alternativas a esa demanda.

Una parte de ella se está cubriendo a través de las cuidadoras particulares. Pero no es suficiente. Los precios muchas veces superan lo que las familias pueden costear.

Estos son temas a los que estamos prestando mucha atención. Hay varios organismos incorporados a la aplicación de políticas pú blicas que, en alguna medida, suplan estas necesidades…

La actualización del modelo económico también impone retos que están siendo asumidos por las mujeres. El desplazamiento de empleadas estatales al sector no estatal implica desafíos.

Y la FMC, en las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia, está trabajando en programas de adiestramiento que contribuyan a la educación en estas nuevas
formas de gestión.

Además, hacemos auditorías e intercambiamos con las trabajadoras no estatales para conocer cómo les va, qué resultados están teniendo…

El Código de Trabajo en Cuba protege a la mujer en ese sector. Y está establecido que cuando hay un empleador y una persona empleada, tiene que haber un convenio de trabajo entre ellos; y que el aporte que esas mujeres hacen a la seguridad social, les proporciona derecho a disfrutar de la licencia de maternidad.

A partir de las propuestas que han resultado de esas discusiones, estamos revisando cómo proteger más ese derecho, y lo relacionado con la prestación social.

VIOLENCIA DE GÉNERO…

Atender la violencia en sentido general siempre ha estado entre los contenidos de la Federación. Sin embargo, aún existe violencia con tra las mujeres, sobre todo desde el punto de vista psicológico, de menospreciar sus capa cidades y posibilidades, de subestimarlas.

Por eso, de conjunto con la Fiscalía General de la República, hemos habilitado una línea de denuncia (a través de los números 0801 212 345 y 7 206 90 77 al 88) para que las mujeres, si no pueden llegar a la carpeta de la policía, denuncien cualquier conducta de esta índole, y que puedan tomarse las medidas correspondientes.

EL ANIVERSARIO…

Se lo hemos dedicado a nuestras jóvenes y al cumpleaños 90 del Comandante en Jefe Fidel Castro.

Durante todo el año hemos estado haciendo actos de ingreso de más de 37 000 nuevas arribantes en el país, y recordando muchas tareas de la organización que cumplen 55 años, por ejemplo la primera graduación de las escuelas Ana Betancourt, donde más de 14 000 campesinas se graduaron de corte y costura.

Y no solo aprendieron a coser, sino que también aprendieron cuáles eran sus derechos, y a aprovechar las oportunidades que
les brindaba la Revolución.

La FMC tiene hoy más de cuatro millones de afiliadas: el 90,6 % de las mujeres mayores de 14 años. Esa es la mayor fortaleza con la que contamos: la capacidad de poder intercambiar con mujeres de cualquier nivel escolar, procedencia y orientación sexual.

Siempre buscamos cómo ellas quieren participar, y adecuamos nuestros contenidos a sus realidades. Claro que el trabajo de prevención y atención social, el trabajo con la familia y el trabajo por la igualdad de derechos y oportunidades, son nuestra esencia; pero cómo hacerlo depende de ellas, en cada uno de los lugares donde estén organizadas.

Por supuesto que las federadas aportan a través de la cotización mensual. Pero hay incluso quienes quieren ser miembros de la organización y no tienen posibilidades de cotizar, y son aceptadas.

Porque las políticas públicas que impulsamos, los talleres, los conversatorios que hacemos en las comunidades, están dirigidos a todas las mujeres, y representan sus intereses y derechos aun cuando no tengan el carné de afiliadas.

También desde 1997 la Federación tiene estatus consultivo, como Organización No Gubernamental, en las Naciones Unidas. Gra cias a eso hemos presentado contribuciones orales y escritas en defensa del Gobierno cu bano; pero lo hemos hecho también en de fen sa de las mujeres palestinas, sirias...

Además, cada año vamos fortaleciendo más organizaciones de base, porque no cabe duda de que nuestro escenario principal es la comunidad, y desde allí tenemos que robustecer nuestras estructuras.

Hemos fortalecido las alianzas con el Ministerio de Educación, y eso nos ha permitido ir a las escuelas, intercambiar con las muchachas para atender temas como el embarazo en la adolescencia, las adicciones, los diversos programas de salud o la violencia simbólica a través de los medios de comunicación…

Nosotros defendemos con vehemencia que no se puede hablar de los logros de la Revolución si no se dice que la emancipación de la mujer ha sido uno de los más trascendentes. ¿Tú quieres adelanto más grande que el he cho de decir que el 48,86 % de los miembros de nuestra Asamblea Nacional son mujeres? ¿Y que el 42 % de los miembros del Consejo de Estado son mujeres? ¿Y que, de los 17 miembros del Buró Político, cuatro son mujeres?

Entre nuestros propósitos fundamentales está defender la Revolución; porque si comparamos lo que éramos y lo que somos, no hay otra alternativa.

DISCRIMINACIÓN CONTRA LA MUJER EN CUBA…

Yo hablaría más bien de que todavía hay conductas machistas, conductas que subestiman el papel que la mujer puede desempeñar, y que constituyen rezagos de más de 500 años de una cultura patriarcal. Sin embargo, la mayoría de la sociedad cubana actual tiene conciencia de lo que representa la igualdad de derechos y oportunidades.

Por ejemplo, cuando surgió la Cons ti tución de la República decía: las mujeres deben tener los mismos derechos y oportunidades que los hombres. Es decir, que el referente era el hombre, y nosotras queríamos llegar allá.

Eso era un concepto equivocado de la igualdad.

Y cuando se hizo la reforma constitucional en el año 92, eso se cambió. Se puso: mujeres y hombres tienen los mismos derechos y oportunidades.

Y si alguna mujer ad mite que se le discrimine, está cometiendo un error, porque existen todos los espacios creados para reclamar ante cualquier hecho lesivo a su dignidad; hechos de los que todavía existen vestigios, pero que es necesario identificar y actuar sobre ellos.

Sin embargo es muy difícil, cuando el Presidente del país en su informe al 7mo. Congreso del Partido dedicó un espacio a ha blar de la emancipación de la mujer y de su papel en la sociedad, que a alguien se le ocurra todavía, desde el punto de vista institucional, decir que no podemos ocupar alguna responsa bilidad.

Yo creo que la mujer cubana es un símbolo por lo que ha sido capaz de hacer. Y creo que todas somos importantes. Y que incluso en los retos que tenemos hoy de construir una nación soberana, independiente, democrática, socialista, próspera y sostenible, desempeñamos un papel trascendental.

(Tomado del periódico Granma)



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