por Roberto F. Campos
En momentos de alza en el interés por visitar Cuba, aún hoy su turismo está amenazado por una al parecer perenne espada de Damocles que pende desde hace más de 50 años.
Tal afirmación la refuerza el informe recientemente presentado por La Habana ante Naciones Unidas sobre las 'Necesidades de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba'.
Ubicado en el período de abril de 2015 a igual mes de este año, el texto señala algunos avances en las relaciones bilaterales de la isla con el vecino del norte, pero pese al restablecimiento de relaciones diplomáticas aún permanecen barreras para viajes libres desde ese país.
Por tanto, el turismo ocupa uno de los renglones sobresalientes en el documento, lo que hace suponer que tiene una importante barrera ante el camino de su verdadero auge.
Explica el informe que el daño económico ocasionado por la aplicación de esas medidas económicas y comerciales en dicho período (considerando la depreciación del dólar frente al valor del oro) asciende a 4 680 millones de dólares -pese a la reducción del precio del metal dorado.
Pero esa es solo la cifra mayor, pues en el tema que nos ocupa, el turismo, amerita recordar detalles que presenta el texto mencionado.
Apunta que en la esfera de los viajes autorizan las visitas mediante licencia general en 12 categorías permitidas por ley, además de admitirse la transportación marítima de pasajeros, siempre según esas categorías.
En el período señalado, la industria recreativa cubana tuvo afectaciones provocadas por esa política estadounidense ascendente a dos mil 58 millones 250 mil dólares.
Se trata de que el Caribe recibió en 2015 la visita de 28,7 millones de turistas, lo que supone un crecimiento del siete por ciento respecto del año anterior, según cifras de la Organización de Turismo del Caribe (CTO, por su sigla en inglés).
En su informe para ese año, la CTO explicó que los visitantes gastaron cerca de 30 mil millones de dólares. El principal mercado emisor de turistas al Caribe sigue siendo Estados Unidos, con un total de 14,3 millones de personas que visitan la zona.
Ello equivale a un 6,3 por ciento de crecimiento con relación al año anterior y cercano al 50 por ciento del total de llegadas, siempre según la CTO.
Por lo tanto, el reporte cubano ante Naciones Unidas, estima que al menos el 15 por ciento de los estadounidenses que viajan como turistas al Caribe, podrían potencialmente llegar a Cuba si no existieran las prohibiciones de viajes mencionadas.
Sobre esa base, en 2015 el estimado de turistas perdidos por Cuba está en alrededor de 2,1 millones de estadounidenses, que de mantener el gasto promedio por estancia en el Caribe, estimado en 900 dólares, significa una pérdida potencial de ingresos por mil 890 millones de dólares.
Y ello sin contar la promoción turística, cuando Cuba no puede acceder a compañías publicitarias estadounidenses, ni a los canales de ese país, cuando por el contrario, está sometida a campañas dirigidas a desacreditar su industria del recreo.
De esa suerte, parece que la única manera de vencer la espada de Damocles que pende sobre ese sector cubano, se vence a partir del esfuerzo de los trabajadores del sector en momentos en que aún permanecen las prohibiciones, pese al inicio de vuelos directos desde el norte a la isla.
(PL)