por Nicanor León Cotayo
Ambos congresistas festejaron junto a hombres del ex presidente colombiano, Alvaro Uribe Vélez, la mínima victoria del No en el referéndum sobre los acuerdos de paz.
Marco Rubio y Carlos Curbelo efectuaron este lunes una conferencia de prensa en un restaurante que ostenta el curioso nombre de “Mondongos”, situado en Doral, Miami.
Según informó Diario las Américas, junto a ellos estuvieron “activistas y dirigentes del uribismo en el sur de la Florida para expresar su satisfacción por los resultados de la consulta”.
¿Qué buscó tal plebiscito? “Refrendar los acuerdos de paz entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Rubio llegó tan lejos como a exigir consecuencias por el sufrimiento de ese pueblo suramericano “a manos de la guerrilla”.
Curbelo mencionó el Plan Colombia y la obligación que, según él, tiene para proteger a los ciudadanos y los intereses de ese país y Estados Unidos”.
Solo algunas pinceladas para desnudar el Plan que hace suyo Curbelo.
Fue un acuerdo suscrito entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos en 1999.
Proclamó la revitalización socio-económica del país, terminar el conflicto armado interno y –en particular- crear una estrategia anti narcóticos.
Sin embargo resultó ser una fachada para cubrir la implantación allí de fuerzas armadas estadounidenses.
Es teóricamente un experimento de acciones bilaterales enfilado a suprimir el problema de la droga.
No obstante, con ese pretexto la máxima prioridad se le otorgó a la modernización del Ejército colombiano.
Aumentaron los efectivos civiles y militares procedentes del Norte y llegaron a desplegar siete bases militares comandadas por el Pentágono.
Pero esta semana, al concluir su rueda de prensa en el restaurante “Mondongos”, de Doral, Miami, junto a Marco Rubio, Curbelo formuló cálidos elogios a Uribe.
Sobre todo puso de relieve la “gran labor que hizo con el apoyo de dicho plan”.
Fue aún más lejos cuando se atrevió a puntualizar: “si hubiera ganado el SÍ, “eso no limpiaba a los guerrilleros del terrorismo que han cometido, seguirán en nuestras listas de terroristas”.
Tal esquizofrenia ayuda a aclarar mejor quienes contribuyeron a la embestida de mil cabezas que tuvo lugar el domingo en el referéndum de Colombia.