Nuevamente el tema de los medicamentos —que ya en el primer semestre del pasado año fue objeto de debate y polémica en la población cubana y en los medios de prensa ante la inestabilidad de los mismos en la red de farmacias del país— ocupa hoy una de las principales preocupaciones de la agenda pública. Innumerables han sido las inquietudes, quejas y cuestionamientos llegadas a nuestro diario ante el déficit sensible de más de un fármaco, todo lo cual incide directamente en la calidad de vida de las personas y los servicios de salud.
Sobre las causas que han conllevado a esta situación, y las medidas y proyecciones conjuntas del sector productivo y el Ministerio de Salud Pública para reducir las faltas actuales, Granma conversó con Teresita Rodríguez Cabrera, vicepresidenta del Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (BioCubaFarma), Rita María García Almaguer, directora de Operaciones de BioCubaFarma, y con la doctora Cristina Lara Bastanzuri, jefa del Departamento de Planificación y Análisis de Medicamentos y Reactivos del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
Vale apuntar que el cuadro básico de medicamentos y productos naturales actual del país comprende 849 fármacos y 124 productos naturales, que están disponibles en el Sistema Nacional de Salud.
De los 849 medicamentos, 531 (63 %) son producidos por la industria farmacéutica nacional y 318 (37 %) son importados en forma terminada por el Minsap. Para la distribución en la red de farmacias corresponden 398 renglones (47 %), de ellos 322 de producción nacional (81 %) y 76 (19 %) importados por el Ministerio de Salud Pública (Minsap). En el caso de los 124 productos naturales, 69 son de producción local y 55 de producción industrial.
En entrevista realizada por este propio rotativo en diciembre del 2015 a BioCubaFarma, Teresita Rodríguez explicaba que «con la experiencia del presente año (refiriéndose a las afectaciones presentadas entre enero y julio), para el 2016 hemos elaborado, como es usual, las demandas de medicamentos para los próximos meses en conjunto con el Minsap, y a partir de esto, el plan de necesidades, desde los materiales de repuesto hasta piezas para la industria».
¿Qué ha pasado entonces? De acuerdo con la vicepresidenta de BioCubaFarma, «a mediados del 2015, momento en que comenzaron a arribar los recursos (contratados desde el año anterior), la industria empezó a recuperarse y los niveles de desabastecimientos de medicamentos disminuyeron considerablemente». Se logró alcanzar, precisó, los niveles más bajos de faltas (19) desde la creación del grupo BioCubaFarma en el año 2012.
Refirió la especialista que «durante los primeros cinco meses de este año 2016, mantuvimos estos resultados (comportamiento entre 17 a 22 faltas) de manera estable, momento en el cual comenzaron a agotarse muchos recursos, ya que oportunamente no se contó con el financiamiento necesario para pagar las deudas contraídas y así lograr la estabilidad del suministro, a pesar de tener todas las materias primas, recursos y materiales de envase contratados desde diciembre del 2015».
Esta situación, dijo, conllevó a que los proveedores comenzaran a declinar, demorando las entregas, modificando las formas de pago, elevando los precios, y en otros casos llegando a no ofertar las materias primas y materiales de envases necesarios para el proceso productivo.
No debemos olvidar, sostuvo Rodríguez Cabrera, las palabras del General de Ejército Raúl Castro Ruz en el discurso en la Asamblea Nacional del Poder Popular el pasado 8 de julio, donde expresó: «(…) En diciembre del 2015 expliqué que se proyectaban limitaciones financieras como consecuencia de la disminución de los ingresos de nuestras exportaciones por la caída de los precios en los rubros tradicionales, así como afectaciones en las relaciones de cooperación mutuamente ventajosas con varios países (…). No negamos que pueden presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales, pero estamos preparados y en mejores condiciones que entonces para revertirlas (…)».
Rita María García Almaguer, directora de Operaciones de BioCubaFarma, apunta por su parte que el Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica constituye una organización empresarial que produce medicamentos, equipos y servicios de alta tecnología con destino al mejoramiento de la salud humana, la generación de bienes y servicios exportables y la producción de alimentos con tecnologías de avanzada. «Con 21 683 trabajadores como capital humano, cientos de especialistas de alto nivel profesional integrados a la investigación-producción y 62 instalaciones productivas, BioCubaFarma constituye una industria estratégica, con elevados estándares de sus productos y servicios y un sólido posicionamiento internacional».
Pero, explicó, sumado a las limitaciones financieras que enfrenta el país, y por tanto el Grupo, «nuestra industria tampoco está ajena a las afectaciones que ocasiona el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, provocando elevados gastos por la no utilización del dólar en las transacciones, dificultades en los bancos, tener que utilizar terceros países para lograr obtener equipos, piezas de repuesto de fabricación americana, reactivos químicos y otros insumos, y adquirir las materias primas en mercados muy lejanos con largos periodos de entregas, lo cual provoca tener que erogar más divisas de lo que cualquier otro país gastaría para poder obtenerlas».
La especialista señaló que «si bien en otros momentos como en el 2015 ocurrieron dificultades de contratación, hoy lo que pasa es que no contamos con el financiamiento de manera oportuna para poder pagar las deudas, y que el proveedor pueda seguir entregando».
La mayoría de los recursos, dijo, se compran en China, India y Europa; «todas nuestras materias primas y materiales de acondicionamiento se importan, utilizamos pocos productos de materiales de envase de producción nacional, como resultado de la alta tecnología que tiene la industria farmacéutica, porque para poder estar posicionado en el mercado el estándar de los materiales que usted va a utilizar también tienen que tener esa alta tecnología».
De ahí que, dijo, hay que contar además con ese ciclo logístico de importación, donde una vez que se paga es que el proveedor empieza el ciclo de producción del recurso. A esto se suma el tiempo que demoren en llegar los envíos, que puede oscilar entre 60 y 90 días en dependencia del destino. Cuando el recurso está en Cuba pasa entonces por un proceso de recepción y análisis, para luego comenzar su utilización en la producción. «Si no se paga oportunamente toda esta cadena se retrasa», precisó García Almaguer.
CONCENTRAR RECURSOS EN RENGLONES VITALES
Atribuido a lo señalado anteriormente, confirmó García Almaguer, se ha presentado inestabilidad en la entrega de diferentes medicamentos al sistema nacional de salud. «La industria ha trabajado intensamente en la búsqueda de alternativas que conlleven a minimizar la afectación a la población», dijo.
Dentro de las acciones que se han venido implementando, señaló, se realizan continuamente análisis de conjunto con el Minsap, con el objetivo de priorizar el financiamiento, al menos de un medicamento por grupo farmacológico y que el sistema de salud siempre cuente con una alternativa terapéutica.
En ese sentido, la doctora Cristina Lara Bastanzuri, jefa del Departamento de Planificación y Análisis de Medicamentos y Reactivos del Minsap, apuntó que desde el Ministerio se han implementado un conjunto de acciones encaminadas a informar a los médicos, que conozcan de la disponibilidad de medicamentos existente, cuáles faltan y por cuál periodo, así como cuáles les sustituyen. Asimismo, dijo, se trabaja en el control de la prescripción médica con apego a los protocolos y tratamientos establecidos, eliminando las recetas por complacencia, en educar a la población en la no automedicación, y se potencian las consultas de medicina natural y tradicional.
Puntualizó que hoy es una prioridad también la lucha contra las ilegalidades en el sistema de salud, y no hay impunidad ante el desvío y las ventas ilícitas de medicamentos u otros recursos que se detecte.
Por su parte, las especialistas de BioCubaFarma enfatizaron que en la industria también se han tomado medidas para garantizar la seguridad en las plantas farmacéuticas y en las líneas de producción, no solo para eliminar el robo de medicamentos, sino para hacer más eficientes los procesos productivos y utilizar mejor los recursos. «Seremos estrictos ante cualquier hecho delictivo que se cometa».
Las directivas de BioCubaFarma explicaron que los productos de Oncología, uno de los que mayores afectaciones presentaron, se tuvieron que importar por la parada de la planta de producción. «Se le dio prioridad bajo la situación financiera que presentamos a la inversión de recapitalización de la Planta de Producción de Citostáticos (alrededor de tres millones de dólares), con cumplimiento de buenas prácticas farmacéuticas, para así reiniciar la producción, eliminar la importación y además ingresar divisas por el concepto de exportación. De un nivel importante de faltas de medicamentos citostáticos en el mes de junio, hoy se cuenta con cobertura de estos medicamentos para la terapia del cáncer», refirió Rodríguez Cabrera.
Igualmente, explicaron las entrevistadas, se han garantizado todos los productos de atención al paciente grave, y atención a las urgencias y a la actividad quirúrgica, incidiendo en mayor medida los sueros, los cuales junto con la producción nacional fue necesario importar por problemas de capacidad productiva.
Del mismo modo, dijeron, han sido priorizados todos los medicamentos del Programa Materno infantil como la Prenatal —tableta que no tiene sustituto y es vital para la atención de 100 000 gestantes como promedio anual—, el Forfer, entre otros suplementos.
Asimismo, enfatizaron las especialistas, se garantizan los antibióticos necesarios para el sistema nacional de salud en las formas de presentación inyectables, tabletas, cápsulas y suspensiones.
«Se trabaja día a día con una logística intencionada y se prioriza la extracción en puertos y aeropuertos de aquellos productos que inciden en la producción y envase de los que poseen algún nivel de desabastecimiento en el país», afirmó la directora de Operaciones de BioCubaFarma, quien agregó que hoy es sistemática y dinámica la conciliación de prioridades entre la empresa, los importadores y los laboratorios de producción.
Además, acotó la doctora Cristina Lara Bastanzuri, se trabaja de conjunto con Emcomed (Empresa Comercializadora de Medicamentos perteneciente a BioCubaFarma), en un sistema de urgencias médicas para la gestión y transportación de medicamentos esenciales para el sistema de salud, dentro de las 24 horas, que no se encuentren en la provincia solicitante ni en la droguería correspondiente; y se realizan nivelaciones entre provincias e instituciones de productos sensibles, que se encuentran en falta, baja cobertura o cero en almacén.
Según las entrevistadas, la afectación mayor en este periodo ha estado en los medicamentos de tarjeta control y sensibles (representan el 47 %) del Cuadro Básico de Medicamentos de producción nacional, pues si bien se ha garantizado su presencia en la red de farmacias, para el mes de agosto se contabilizaban 68 faltas, y han existido afectaciones puntuales en productos como el Salbutamol aerosol, de elección para el tratamiento de la crisis en el paciente asmático, el Enalapril para la hipertensión arterial y la Metformina 500 mg, tableta afectada por materia prima, situación que debe estabilizarse en este mes de octubre.
Aparejado a estas acciones, dijeron, se ha venido trabajando con el Minsap para la eliminación de determinados medicamentos que hoy a nivel mundial no se utilizan, por existir otros de mayor efecto terapéutico, previéndose la eliminación paulatina de los mismos y otros, que por disponerse de varios de un mismo grupo farmacológico, se proponen retirar del Cuadro Básico de Medicamentos y así destinar esos recursos al resto de los medicamentos esenciales para el sistema de salud cubano.
«Hoy persisten las afectaciones, ya que aún se mantiene la situación financiera de la organización; por esta razón existirán determinados medicamentos que no se dispondrán, dentro de los cuales están los llamados populares como las cremas y ungüentos y algunos jarabes, para los que aún no han arribado los recursos», enfatizó la vicepresidenta de BioCubaFarma.
Se prioriza, acotó la doctora Lara Bastanzuri, la producción de las jaleas para ultrasonidos, y las cremas para la atención al paciente quemado.
Hoy la industria trabaja, aseguraron las entrevistadas, por un mantenimiento puntual, mes a mes, de los productos críticos, que en su mayoría se concentran en la tarjeta control. La inestabilidad de medicamentos no está entonces resuelta, pero la voluntad es que las afectaciones a la población sean las menores.