Por Harold Iglesias Manresa
La magia del Real Madrid en los pies de Emilio Butragueño, al alcance de un toque de balón, en medio de un centenar de niños de diez escuelas cubanas, bajo nuestro sol ardiente, en el Complejo Deportivo Eduardo Saborit, de La Habana.
¿Quién podía imaginar que una clínica del más afamado Club futbolístico del planeta sería impartida en la capital de Cuba, con la enseñanza de valores colectivos, la disciplina y la formación y camaradería desde pequeños como divisa?
Pues durante la presente semana, la Fundación Real Madrid, después de esfuerzos colaborativos con el Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (Inder), decidió establecer un campamento en Cuba, con la presencia de pequeños practicantes del fútbol en edades comprendidas entre nueve y 11 años, pertenecientes a diez escuelas de la capital.
“Es un placer inmenso para mí estar presente con este campus en un país tan hospitalario. Tuve la oportunidad de venir acá con mi familia hace unos años y pude comprobar lo cariñoso que es el pueblo cubano.
¿Por qué la idea de ofrecer una clínica en Cuba?
“Defendemos con fuerza el criterio de que el deporte, y especialmente el fútbol, contribuye a la formación de valores del individuo. No solamente pretendemos contribuir al desarrollo en lo futbolístico, también en lo humano, por eso la Fundación, con nuestra presencia acá, ha extendido su alcance a 73 países con más de 400 proyectos esencialmente sociales”.
La relación entre Cuba y el Real Madrid es centenaria, ¿fue esa una de las causas de la visita?
“La Relación del club con Cuba se remonta a hace muchos años. Nos fundamos en 1902 y en aquel primer equipo del Real Madrid militaban cuatro jugadores cubanos. Por ese motivo pretendemos que el fútbol sea una herramienta de educación, transmitirles a los niños esos valores que el Real ha demostrado en el terreno de juego a lo largo de la historia.
"Queremos compartir en estos días sentimientos de respeto, disciplina, compañerismo, afán de superación, los cuales son importantes para toda la vida de cualquier persona. Pensamos que este sea el inicio de una larga y sólida relación, pues en el futuro pretendemos extender a otros proyectos este paso inicial”.
¿Esencia de este proyecto?
“Insistimos en que lo principal es la formación integral del niño. El fútbol es un juego. Ayuda a mejorar la convivencia con los demás, enseña a ganar y perder, te exige aprendizaje. Justamente hacia esas cuestiones nos hemos estado enfocando durante estos días.
"Para el futuro nos gustaría profundizar y hemos comprobado que acá podemos tener éxito y este intercambio lo consideramos crucial, pues además pretendemos transmitir la misma profesionalidad con la que trabajamos con la cantera del Real Madrid en las diferentes categorías.
En lo personal me encanta trabajar con niños, me rejuvenece y son la razón por la que decidimos venir a intentar ayudarlos. Estamos abiertos a satisfacer lo que demanden en un futuro y lograr que esta alianza se torne muchos más consistente, pues Cuba nos es un país muy cercano”.
LOS PROTAGONISTAS
Para los niños seleccionados, que no pararon de correr, tocar balones, celebrar juntos, lanzar gambetas y sonreír, la experiencia del campus ha sido única:
Rafael Ortiz tiene 11 años, dice que nació para irle al Real Madrid y de alguna forma ha cumplido uno de sus sueños, al ser seleccionado por su escuela Eloy Alfaro, de Plaza de la Revolución, para participar en la clínica.
“Comencé a practicar fútbol muy pequeño gracias a mi papá y mi abuelo, que son aficionados de este deporte. Me siento privilegiado de haber podido compartir con el gran jugador Emilio Butragueño, con los entrenadores y demás visitantes. Cuando entro a la cancha es como si me cambiara la vida y me gusta jugar como medio campo y delantero centro, a pesar de no ser alto.
Soy amante del Real Madrid por su estilo de juego, siento que nací para irle a ese equipo. Esta idea de interactuar con niños de otras escuelas es muy bueno, permite crear amistades para el futuro y nos da la posibilidad de desarrollar el trabajo colectivo”.
Casi una veintena de féminas se hallan inmersas en la clínica. Entre ellas Élida Beatriz Soler González de la escuela José Luis Tasende y Katheryn Paulet de Juan Aurelio Triana Pérez, ambas enclavadas en Playa.
Élida confiesa que desde pequeña le llamó la atención el fútbol. A sus 11 abriles calificó de única la experiencia, por las oportunidades de ampliar su técnica, elevar conocimientos. “Veía partidos junto a mi hermano mayor y eso me motivó a iniciarme, desde cuarto grado lo practico, soy amante del Real Madrid y me gusta ser defensa. Admiro a Cristiano Ronaldo”, sentenció.
Por su parte Katheryn expresó que su pasión por el más universal es tal que desde muy niña lo ha practicado hasta con el cepillo de dientes. “Esta experiencia es única, pienso que somos privilegiados, pues niños de muchos países no tienen esta oportunidad de intercambio con grandes jugadores y entrenadores provenientes de España.
"Las sesiones las hemos dividido por días: el primero, liderazgo, el martes esfuerzo y hoy miércoles, autocontrol. Disfruto también relacionarme con otros niños, en la cancha soy delantera, como Cristiano Ronaldo. Mis inicios, a los cuatro años, responden a que el vecino de al lado de mi casa fue futbolista y actualmente es entrenador.
"Desde ese momento he tratado de cumplir mi sueño. En el futuro quisiera anotar goles como Cristiano en partidos internacionales. Real Madrid y Portugal, mis equipos”.
ENTRENADORES SATISFECHOS
Juan Andrés González respira con beneplácito aire de Cuba por vez primera. Siente que la experiencia ha sido bastante positiva y la califica de un éxito total.
“Los niños han llegado con tantos deseos de aprender y jugar al fútbol que a pesar del volumen de trabajo y ejercicios intensos, complejos que les hemos programado, no manifiestan cansancio, quieren siempre más y eso es muy gratificante. Esa es nuestra principal motivación.
"La fundación abarca disímiles proyectos, con diferentes edades y que vinculan a más de seis mil usuarios. He tenido la suerte de por mi trabajo estar en Brasil varias veces, en México y ahora en Cuba.
"La combinación de la enseñanza del fútbol con valores de gran poder educativo, devienen una herramienta de trabajo sumamente efectiva. No pensé que acá en Cuba hubiese tantos seguidores del Real Madrid, el Barcelona e incluso de la selección nacional española”, sentenció, deseoso de regresar a nuestra Isla.
UNA MIRADA A BUTRAGUEÑO
Tras la vuelta de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid en el año 2009, Emilio Butragueño, nacido el 22 de julio de 1963, funge como Director de Relaciones Institucionales del afamado club Merengue.
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y Máster en "Gestión de Entidades Deportivas por la Universidad de California, desde muy pequeño se hizo socio del Real Madrid y acompañaba a su padre a todos los partidos en Chamartín. En el colegio San Antón comenzó a jugar a futbol.
A los diez años entra en el colegio Calasancio donde durante tres años se decanta por el baloncesto y deja el futbol a un lado.
El 15 de agosto de 1981 llegó al Real Madrid, tenía 18 años. Su carrera fue meteórica: pasó del conjunto aficionado al filial de Segunda División, entonces llamado Castilla, y ganó la Liga en esta categoría dando lugar al surgimiento de la llamada Quinta del Buitre, nombre que, inspirado en su apellido, recibía un grupo de cinco jugadores, Michel, Pardeza, Sanchís y Martín Vázquez.
En febrero de 1984, el entonces entrenador del Real Madrid, Alfredo Di Stefano, le dio la oportunidad de debutar en Primera División frente al Cádiz, partido en el que marcó dos goles. Acabó por arrebatarle la titularidad a Carlos Santillana. En total conquistó seis ligas (1986, 1987, 1988, 1989, 1990 y 1995), dos Copas (1989 y 1993) y dos Copas de la UEFA (1985 y 1986).
El mismo año de su presentación en Primera fue convocado por Miguel Muñoz para disputar la Eurocopa de Francia con la selección española. España fue subcampeona, pero Butragueño no llegó a debutar en el torneo. Pasados dos años participó en el Mundial de México, en el que se hizo internacionalmente célebre marcando cuatro goles a Dinamarca.
En total consiguió 26 tantos en 69 partidos con la selección, superando el récord de goles que entonces ostentaba Alfredo Di Stefano. Fue además el máximo realizador de la Liga en la temporada 1990-91, y sin embargo nunca destacó como rematador en el Real Madrid. Era más bien quien servía goles a los compañeros, y llegó a formar una pareja temible con el mexicano Hugo Sánchez.
En la temporada 1994-95 perdió la titularidad en el Madrid ante Raúl, por lo que al final de la misma decidió continuar su carrera en México. Firmó por el Atlético Celaya y ya en su primer año llegó a disputar la final del Campeonato, que perdió ante el Necaxa. El 5 de Abril de 1998 abandonó oficialmente los terrenos de juego.
(Tomado de Cubasí)