Por Yuniel Labacena Romero
¿Sabía usted que desde hace más de una década, cada 19 de noviembre se celebra el Día Internacional del Hombre? Es posible que ni te hayas enterado de tal festividad, que se estableció por el profesor Thomas Oaster en 1992, aunque no fue hasta 1999 que se popularizó a propuesta de un representante de Trinidad y Tobago, el Doctor Jerome Teelucksingh, quien lanzó su idea en un seminario público que versaba sobre violencia, crímenes domésticos e importancia de la vida en matrimonio.
Según cuentan varios sitios digitales, la fecha la elige porque era el cumpleaños de su padre, y también porque fue el día en que un equipo deportivo local en su país creó un nivel de unidad que trasciende el género, las divisiones religiosas y étnicas. Desde entonces el festejo ha llegado a más de 60 países, con el rol positivo del hombre en favor de la sociedad y así promover la igualdad de género.
Para la celebración del Día Internacional del Hombre existen seis pilares: promover modelos masculinos positivos: hombres de la vida cotidiana, que viven vidas decentes y honestas, celebrar las contribuciones positivas de los hombres a la sociedad, comunidad, familia, matrimonio, cuidado de niños y el medio ambiente, así como centrarse en la salud y el bienestar social, emocional, físico y espiritual de los hombres.
También se destaca entre esos cimientos la necesidad de poner de relieve la discriminación contra los hombres en las áreas de servicios sociales, las actitudes y expectativas sociales y la ley, crear un mundo más seguro y mejor, donde la gente puede estar segura y crecer para alcanzar su pleno potencial, y mejorar las relaciones de género y estimular la igualdad.
En este último aspecto debemos apuntar que revertir la violencia de género es vital, más aún, si de lo que se trata es cuestionar el machismo que tradicionalmente caracteriza la masculinidad de muchos hombres, sobre todo desde aquellos ámbitos que gozan de la masiva atención de la sociedad en su conjunto.
En la actualidad se requiere implementar nuevas políticas públicas y cambiar las ya existentes introduciendo criterios de equidad que garanticen las mismas oportunidades y condiciones a mujeres y hombres.
Y en ello es necesario tomar en cuenta las características o situaciones diferentes: sexo, género, clase, etnia, edad, religión, ideología… pues la igualdad entre mujeres y hombres es ante todo un derecho humano.
Sin embargo, la discriminación y el ejercicio de la violencia basada en género, en sus distintas expresiones, son aspectos que aún existen en múltiples sociedades, afectando principalmente a las niñas, jóvenes y mujeres más vulnerables. Sabemos bien que no basta decretar la igualdad en la ley si en la realidad no es un hecho.
Otra curiosidad de la festividad del 19 de noviembre es que durante la misma se celebra el evento anual Movember —contracción en inglés de Moustache (bigote) y November (noviembre)— en el que los varones se dejan crecer el bigote durante todo el mes de noviembre y se organizan encuentros con el objetivo de abordar temas de salud del hombre tales como cáncer de próstata o de testículo y depresión masculina, entre otros.
Cada año la conmemoración ha tenido un tema en específico, el de este 2016 es Detener el suicidio masculino, ya que datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que los varones mueren, en promedio, cinco años antes que las mujeres.
El suicidio masculino se ha transformado en una “epidemia silenciosa” por la falta de concienciación y esfuerzos para prevenirla.
Como ha afirmado la OMS, los suicidios son prevenibles y existen algunas medidas que se pueden adoptar con ese propósito, entre ellas destacan la restricción del acceso a los medios de suicidio (por ejemplo, plaguicidas, armas de fuego y ciertos medicamentos), información responsable por parte de los medios de comunicación, así como la introducción de políticas orientadas a reducir el consumo nocivo de alcohol.
A la par ayudaría en esa intención la identificación temprana, tratamiento y atención de personas con problemas de salud mental y abuso de sustancias, dolores crónicos y trastorno emocional agudo, la capacitación de personal sanitario no especializado en la evaluación y gestión de conductas suicidas, y el seguimiento de la atención dispensada a personas que intentaron suicidarse y prestación de apoyo comunitario.
Aplaudamos que cada 19 de noviembre se celebre el Día Internacional del Hombre, pues más allá de una fecha es una oportunidad para prevenir riesgos, apostar por la toma de conciencia en los hombres del rechazo a toda expresión de desigualdad y de discriminación en relación con las mujeres, y un camino para seguir creando puentes entre géneros, y no motivos de exclusión y dependencia.
(Tomado de Cubahora)