Por: Vladia Rubio / CubaSí
Este 2016 quedará inscrito en la historia de este país con una orla de dolor, pero también como evidencia de cómo los cubanos nos crecemos, convirtiendo la tristeza en nuevos motivos para unirnos.
Cuando se haga el recuento de este año que ahora termina, necesariamente los cubanos de hoy y de mañana repetirán desde el dolor: el año de la muerte de Fidel.
Ese ha sido, sin dudas, el acontecimiento más trascendental y de mayor envergadura en estos doce meses. En buena parte del mundo, en el bando de los que aman y construyen, se multiplicó el luto a partir de que el pasado 25 de noviembre, el General de Ejército Raúl Castro, presidente de los consejos de Estado y de ministros, comunicara al pueblo la lamentable noticia.
Con voz quebrada y mirada firme, Raúl hizo saber en su mensaje televisivo que el Líder Histórico de la Revolución cubana había fallecido a las 10:29 de esa noche. A partir de ese momento en toda Cuba, donde quedó decretado duelo nacional por nueve días, se sucedieron innumerables muestras de homenaje y tributo.
Luego de que la población capitalina, así como principales dirigentes del país y numerosos presidentes de otras naciones rindieran homenaje a Fidel en la Plaza de la Revolución, una caravana con sus cenizas reeditó en sentido inverso el recorrido de la histórica Caravana de la Libertad hasta concluir en el santiaguero cementerio de Santa Ifigenia.
Allí, muy cercano al túmulo funerario que guarda los restos de José Martí, fueron depositadas las cenizas de este hombre universal, cuyo ideario continúa alentando el quehacer de los cubanos y de muchos hombres de buena voluntad en todo el planeta.
Huracán y otros vientos
Es innegable que la desaparición física de Fidel fue un huracán de tristeza que asoló la tierra cubana, pero no fue el único estremecimiento que padeció esta Isla durante 2016.
La noche del martes 4 de octubre último, el huracán mattkew, el más severo formado en el Caribe desde 2007, entró a tierra cubana con vientos que rebasaban los 250 kilómetros por horas. Lo hizo por la provincia de Guantánamo y permaneció unas seis horas en el extremo oriental del país dejando a su paso una estela de desolación y destrozos.
Aunque Guantánamo fue el territorio más afectado, sobre todo los municipios de Imías, Maisí y Baracoa, otros territorios vivieron también la alarma ciclónica, de ahí que el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, se personara en Santiago de Cuba tres días antes de la llegada de Matthew para puntualizar las medidas de la Defensa civil.
Luego del paso del meteoro, el 10 de octubre, Raúl recorrió zonas de Maisí, donde fueron mayores las afectaciones.
En esas localidades, más del 90 por ciento de las viviendas resultaron muy dañadas y también las instalaciones estatales, así como servicios como las comunicaciones, la electricidad, el abasto de agua, las vías de acceso y la agricultura.
Sin embargo y a diferencia de las huellas que dejara en otros países, Matthew no causó en Cuba ni un solo fallecido y sí promovió un posterior aluvión de solidaridad para restañar los severos perjuicios.
Veintidós días después del paso del huracán, otro bien distinto era protagonizado por la comunidad de naciones en las Naciones Unidas. El 26 de octubre, en el contexto del 71 período de sesiones de la Asamblea General, un total de 191 países votaron a favor de la resolución presentada por nuestro país “Necesidad de poner fin al bloqueo económico comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.
Por vez primera, EE.UU. e Israel se contaron entre las abstenciones. No hubo votos en contra.
Previo a esta votación, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla había reconocido los avances en el diálogo y la cooperación entre La Habana y Washington, pero sin dejar de subrayar que seguían vigentes las sanciones unilaterales por parte de Estados Unidos.
Las medidas ejecutivas y las leyes del bloqueo permanecen y son aplicadas con rigor hasta este minuto por las agencias norteamericanas, recordó. La Asamblea se pronunció por vigesimoquinta vez sobre el proyecto de resolución que reclama el fin del bloqueo por tratarse de una medida contraria al Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas.
Unos siete mese antes, entre el 20 y el 22 de marzo, el presidente Barack Obama había realizado una vista oficial a Cuba, acompañado por unos 40 congresistas acompañan, su esposa Michelle Obama, y sus hijas Sasha y Malia.
Esta visita tuvo lugar 15 meses después del anuncio del proceso de restablecimiento de las relaciones entre ambas naciones, el 17 de diciembre del 2014, y fue la primera que realizara un mandatario de la nación norteña a esta Isla luego del triunfo de la Revolución.
Durante su permanencia en tierra cubana, acompañado por su comitiva, Obama, el cuadragésimo cuarto presidente de Estados Unidos, recorrió sitios habaneros de interés en el centro histórico de la capital como la Plaza de Armas, el Palacio de los Capitanes Generales y la Catedral de La Habana.
Su agenda del segundo día de estancia en la Isla incluyó la colocación de una ofrenda floral ante el monumento al Héroe Nacional José Martí, en la Plaza de la Revolución, y conversaciones oficiales con el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz.
A continuación de dichas conversaciones, ambos mandatarios ofrecieron declaraciones a la prensa, que recibieron una amplia repercusión internacional. Durante la jornada vespertina, dialogó en el Foro de Negocios con trabajadores del sector estatal y otras formas de gestión cubanas.
En su última jornada, Obama pronunció un discurso ante representantes de la sociedad civil cubana reunidos en el Gran Teatro Alicia Alonso, y presenció luego —en compañía de su familia, legisladores y miembros de su gabinete— dos innings del partido de béisbol entre el Tampa Bay Rays de las Grandes Ligas de Estados Unidos y una selección nacional de Cuba, en el Estadio Latinoamericano.
Asistieron a este tope amistoso el presidente cubano Raúl Castro, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular Esteban Lazo, y el primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel, entre otros altos funcionarios de nuestro gobierno.
“¡Hola, Habana!”
Solo transcurrieron tres días de la partida del presidente Obama de tierra cubana rumbo a la Argentina, cuando la mítica banda inglesa Rolling Stones imprimía su huella en el acontecer cultural de este pueblo.
Ante cientos de miles de admiradores que colmaban la Ciudad Deportiva y sus inmediaciones, este 25 de marzo el vocalista y líder de la banda, Mick Jagger, lanzó en español un: “Hola, Habana. Buenas noches mi gente de Cuba” con el que dio inicio al antológico concierto.
Gratuito y al aire libre, el espectáculo comenzó con Jumping Jack Flash, seguido por It’s only rock and roll, cuyo estribillo but I like it, fue coreado por una multitud integrada por cubanos de varias generaciones, así como por visitantes foráneos que no dudaron en trasladarse a esta geografía para asistir a la presentación.
La agrupación de rock había arribado a esta tierra el jueves anterior para, con esta actuación, nombrada “Concierto de la amistad”, poner fin a una gira por Latinoamérica que incluyera a Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Perú.
Les había antecedido la llegada de 62 contenedores con unas 500 toneladas de escenografía, altavoces, luces y pantallas de video.
“El show en Cuba fue simplemente deslumbrante”, aseguró Mick Jagger en una de sus declaraciones. “Fue un momento increíble; un enorme mar de personas se veía hasta donde nuestros ojos podían mirar. Tú podías sentir el sonido entusiasta de la multitud y eso fue para mí el momento cumbre”.
Entre las novedades que en el ámbito cultural igual marcaron este año para los cubanos y que, al igual que los Rolling, ratifican que “Cuba está de moda”, como no pocos repiten, se inscribe asimismo la filmación en La Habana de la octava parte de la saga de Rápido y Furioso, ocurrida entre el 22 de abril y el 6 de mayo.
Durante unas dos semanas la Universal Pictures, uno de los más grandes estudios de Hollywood, rodó en esta ciudad algunas escenas de esa superproducción, lo cual condicionó el cierre de calles y avenidas de Centro Habana y Habana Vieja que devinieron set de filmación e inédito espectáculo para vecinos y curiosos en general.
Era la primera producción norteamericana en Cuba concertada de forma directa entre el Icaic y una compañía norteamericana.
Tan inusual resultó ese acontecimiento, que el presidente del Instituto Cubano de Arte e Industrias Cinematográficas (Icaic), Roberto Smith de Castro, entrevistado por Cubadebate, explicó que dicho rodaje “clasifica como servicio a la producción cinematográfica extranjera, que es una de las actividades que forma parte del trabajo habitual del Icaic”.
Aclaró que el fin de dichos servicio es es ingresar divisas para el cine nacional e incrementar las oportunidades de empleo para los técnicos y artistas cubanos, que Cuba siempre había sido una opción muy cotizada para producciones foráneas hasta entonces casi siempre europeas y que “ahora, como parte del proceso de normalización de relaciones con los Estados Unidos y a partir de la filmación de algunas escenas de Rápido y Furioso 8 en La Habana por la Universal Pictures, pudiese comenzar a serlo también para producciones norteamericanas”.
Como si la moda Cuba fuera un imperativo que no podía dejarse para luego, todavía el equipo de filmación hollywoodense no había recogido sus andariveles cuando ya Chanel, la afamada firma francesa del emporio mundial de la moda inauguraba el 3 de mayo una pasarela en el Paseo del Prado, una de las más importantes arterias de la ciudad.
Coincidiendo con la Feria Internacional de turismo FITCuba 2016 e inscrito dentro de las propuestas por la Jornada de la Cultura Francesa en la Isla, la casa parisina estrenó en medio del corazón habanero su colección Crucero 2016—2017 encabezada por Karl Lagerfeld, diseñador y director creativo de Chanel por más de 30 años..
Las propuestas de Lagerfeld, signadas por la paleta de colores cálidos que identifica al Caribe y en particular a esta Isla, también encontraron como fondo para sus fotografías fachadas despintadas, solares, viejos autos conocidos aquí como almendrones, y otros contextos similares que hicieron arrugar el entrecejo a más de un cubano. Duelen demasiado algunas de nuestras carencias (impuestas por un cruel bloqueo del gobierno de EE.UU. y que ha sufrido nuestro pueblo por más de 50 años) para contemplar sin emoción alguna cómo se les convierte en decorado para catálogos.
Nuevas ventanas
Entre las nuevas ventanas que se abrieron entre Cuba y el resto del mundo este año, una de mucha importancia es la que entornó sus batientes en dirección a Europa.
Este 12 de diciembre Cuba y la Unión Europea suscribieron un Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación. En Bruselas, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Ro¬dríguez, y la alta representante de Política Ex¬terior de la UE, Federica Mogherini, suscribieron el relevante documento, marco para el desarrollo de los vínculos sobre la base de la igualdad, la reciprocidad y el respeto mutuo.
Ambas figuras reconocieron la alta significación del acuerdo para el desarrollo de las relaciones bilaterales de cara al futuro, en tanto Rodríguez Parilla subrayó en particular que los vínculos económicos con Europa continuarán siendo una prioridad para la Isla en la construcción de una economía socialista eficiente y sostenible.
La firma de este trascendental acuerdo tuvo lugar después de que fuera abolida la llamada Posición Común adoptada por el bloque regional en 1996, la cual desde un inicio fue rechazada por La Habana debido a su carácter unilateral, injerencista, selectivo y discriminatorio, según indicara recientemente el vicecanciller de la nación caribeña Abelardo Moreno.
Los 28 países que integran la Unión Europea (UE) ya habían aprobado el martes 6 de diciembre a nivel de sus embajadores la firma de un acuerdo político y de cooperación entre ese bloque y Cuba para normalizar sus relaciones.
Entre las ventanas que van abriéndose puede también apuntarse la firma del acuerdo, el lunes 12 de diciembre, entre Google y la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) para mejorar la velocidad de internet.
Los presidentes ejecutivos de Google y de Etecsa, Eric Schmidt y Mayra Arevich Marín, respectivamente, rubricaron el acuerdo, que permitirá utilizar nuestra tecnología para reducir la lentitud en la entrega de contenidos, y contribuirá a un mayor ancho de banda.
Por lo tanto, los cubanos con acceso a internet verán una mejora de calidad y una reducción en la lentitud para los contenidos en memoria caché.
El blog oficial de Google para América Latina consigna que la participación en Cuba se remonta al año 2014, cuando se presentaron por primera vez una serie de productos como Google Chrome, Google Play y Google Analytics. Hace unos dos meses también se pusieron cientos de miles de extensiones y temas gratuitos a disposición en el Chrome Web Store.
“Todos estos proyectos se relacionan con los valores más esenciales para Google: lograr que toda la información del mundo sea accesible y útil para todos, sin importar los costos, la conectividad o las barreras del idioma”, subraya Google en su blog.
Por último y para cerrar el año con buenas noticias ETECSA anunció que los servicios de navegación ofrecidos serán ahora dos: modalidad internacional con cuenta de correo Nauta, a 1.50 CUC por cada hora, y modalidad de navegación nacional, a 25 centavos CUC por hora. Esta rebaja en la navegación nacional es para facilitar la búsqueda de sitios webs de interés cultural, informativo e investigativo de contenidos nacionales. hizo rebajas.