por Nicanor León Cotayo
Una columnista del Nuevo Herald, Fabiola Santiago, resumió este lunes la sombría situación que avanza en su país. Ya desde la introducción de su artículo dice mucho: “Ante las redadas habrá que andar con el pasaporte en el bolsillo”.
Ella afirma que Donald Trump decretó iniciar las redadas y el Departamento de Seguridad Nacional se apresura a obedecer.
Este último dictamina a los agentes federales que identifiquen, detengan y deporten rápidamente a cualquier inmigrante indocumentado que se encuentren.
Fabiola Santiago alerta que localidades de inmigrantes, como Miami donde ella reside, se convertirán muy pronto en “terrenos de caza”.
Y a renglón seguido pregunta lo que más interesa a sus lectores y coterráneos: ¿Qué significa esto para nosotros?
Así de simple, responde, como lo prometió Donald Trump, hemos llegado al “estado policial”
Luego explica, ahora un agente federal tiene en sus manos el poder de ser juez, jurado y verdugo.
Según la columnista de el Nuevo Herald, Trump no descarta usar a la Guardia Nacional en redadas contra los inmigrantes.
Estas órdenes, advierte ella, vagas y de amplio alcance por ahora, regalan una carta blanca al Departamento de Seguridad.
Aún más grave, sigue escribiendo, otorga luz verde al acoso de personas en ciudades como Miami, que tiene el sexto lugar entre 20 áreas metropolitanas donde, según el Centro Pew de Investigaciones, radican seis de cada diez inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.
Fabiola Santiago añade: Los agentes de Trump no se concentrarán en personas de Europa y Europa del Este que tienen sus visas vencidas cuando salgan en busca de gente indocumentada.
Lo harán en aquellos de nosotros que nos parezcamos al estereotipo de la persona “de color” de América Latina y que hablemos español.
Sí, enfatiza la periodista, vamos a tener que andar con el pasaporte o certificado de nacimiento encima.
¿Motivo? Pregunta, y no duda en afirmar, rotunda, “el poder está en manos de un círculo casi nazi”.
Este martes, al hablar ante el Congreso de su país reiteró la idea de elevar hasta cifras inéditas sus gastos militares.
¿Objetivo proclamado? No seguir perdiendo guerras en el exterior, ganarlas, y consolidar así la misión de Estados Unidos como líder del mundo.
Llamó la atención el modo desenfrenado en que aplaudieron sus seguidores en el Capitolio.
Toda semejanza con la Alemania de inicios de 1930, no parece una simple coincidencia.
Por lo que es obligado continuar prestándole seguimiento al asunto.
(CubaSí)