Regalo de cumpleaños
por Hugo Chávez Frías
Dos días antes de su repentina enfermedad recibí esta nota de Fidel en Moscú. Me mandó un mensajero con esta nota. Casualidades, ¿no? Fidel es un detallista insigne. El regalo de mi cumpleaños me llegó a Moscú el día de mi cumpleaños.
Él es así, tiene que llegar el día, no un día o tres días después. Él mandó a alguien a llevarme mi regalo y me lo entregaron el 28 de julio con una carta, y además una nota de puño y letra, cosas que no puedo leer aquí.
Ustedes saben que yo estaba en Buenos Aires con un mal de estómago el día que salí por ahí, cuando iba caminando con Kirchner. No sé qué me cayó mal, creo que fue en el avión, ¡pero terrible! andaba grave, haciendo un esfuerzo.
Entonces, en la noche veo a Fidel, él me receta y me dio una cosa que él prepara, que llama “tsunami”. Me tomé dos “tsunami”, casi que un castigo. Y otra, una crema de arroz fría, esa sí me cayó muy bien, pero él la sabe preparar y la carga ahí.
Me puso a tomar crema de arroz fría y después el “tsunami”. En la mañana me mandó para el desayuno otro “tsunami” y otra crema de arroz fría. Él tiene la falsa idea de que yo como mucho. No, yo no como mucho. Entonces, aquí me pone:
“Espero que hayas podido dominar tu feroz apetito —¡feroz apetito!—, y preserves lo más posible tu bienestar, que es imprescindible para el éxito de la gira. Te escribo estas líneas sentado en la cama y sin sueño, perdona la caligrafía, un millón de felicidades por tu cumpleaños. Saludos a todos. Un abrazo. Feliz sobrevuelo por encima de esa encendida región del Oriente Medio. ¡Hasta la victoria siempre! Fidel Castro, julio 25 del 2006, a las 7 y 38”.
(AIN)