Por David Brooks
La matanza en Las Vegas fue caracterizada como el peor caso de un tiroteo masivo múltiple en la historia moderna de Estados Unidos, pero es un tipo de tragedia que se ha vuelto cada vez más común en los últimos años en este país.
Según un conteo de casos de tiroteos masivos (definido en este cálculo como uno en el que 4 o más personas son heridas o asesinadas por un agresor), éste fue el número 273 del año. Sucedió en el día 273 de este año. Tal como lo resumió el periodista de política Matt Taibbi de Rolling Stone en un tuit: “un tiroteo masivo por día: bienvenidos a los Estados Unidos de América“.
Hace sólo 16 meses, se había sufrido lo que hasta ayer fue el tiroteo masivo más mortífero en la historia moderna del país, cuando Omar Mateen mató a 49 personas en el club Pulse en Orlando. Antes de ese, el título de sangre y muerte de un tiroteo masivo se había registrado en la universidad Virginia Tech en 2007, donde fueron asesinados 32.
Los casos de homicidio masivo se multiplican con una frecuencia alarmante. Entre los más recordados, ademas de los tres “peores”, incluyen el crimen de odio del joven Dylan Roof en una iglesia aforestadunidense en Charleston, Carolina del Sur, matando a 9, en 2015, mismo año en que se registró un tiroteo masivo de San Bernardino California, donde murieron 14; el del cine en Aurora, Colorado donde un hombre mató a 12 en 2012, mismo año que un hombre abatió a 20 niños de primaria y sus maestras en la escuela Sandy Cook de Newtown, Connecticut y los 13 estudiantes asesinados en la Preparatoria Columbine en Littleton, Colorado (tema del documental famoso de Michael Moore, “Bowling for Columbine”), entre otros en una lista cada vez más larga.
Desde 1970, más estadunidenses han muerto a causa de armas (incluyendo suicidios, accidentes y homicidios) que el total de todos los estadunidenses que perdieron sus vidas en todas las guerras en la historia del país, desde la Independencia (1776). Cada día, unos 92 pierden sus vidas por armas de fuego, recordó Nicholas Kristof, columnista del New York Times.
El incidente en Las Vegas ya detonó otro ciclo más de debate sobre el control de armas privadas en este país. Pero esto, igual por ser tan frecuente, ya tiene un guion conocido y nada indica que esta vez será muy diferente. Trump y los republicanos expresaron este lunes sus condolencias y citaron frases bíblicas, mientras algunos -no todos- demócratas insisten otra vez más que se tiene que promover un mayor control de armas. La Asociación Nacional del Rifle y sus aliados callarán un rato, mientras que como siempre después de estas tragedias, las acciones de los manufactureros de armas se elevaron en Wall Street.
El presidente, su equipo y buena parte del Partido Republicano, defienden el “derecho constitucional” a las armas, y argumentan que con más ciudadanos armados habrá menos violencia y mayor seguridad.
Pero en una evaluación de diversas investigaciones publicada por Scientific American demuestran lo opuesto -que más armas en manos privadas llevan a más delitos, y comparaciones con otros países desarrollados indican que este es, por mucho, el que más padece violencia por armas de fuego, con más de 36 mil fatalidades en 2015.
Según el Gun Violence Archive (Archivo de Violencia Armada), en lo que va de 2017, se han registrado 46 mil 595 incidentes de violencia con armas de fuego, resultando en 11 mil 652 muertes y 23 mil 516 heridos (esto no incluye los aproximadamente 22 mil suicidios anuales).
En este país, hay aproximadamente 300 millones de armas de fuego en manos privadas -casi suficiente para dar una a cada adulto y niño en este país, y un poco más de una tercio de los hogares en el país reportan tener un arma en casa.
Pero la tragedia en Las Vegas ya ha generado cambios inesperados: el guitarrista de una de las bandas en el festival declaró que la experiencia ha cambiado su opinión. Al afirmar que había sido un promotor del derecho de ciudadanos de tener armas toda su vida, “hasta los eventos de anoche. No puedo expresar que equivocado estaba”, escribió Caleb Keeter de la banda country Josh Abbott Band en su cuenta de Twitter “Ya basta… Necesitamos control de armas ahora mismo”.
Pero la vocera de la Casa Blanca dijo que este lunes no era el momento para tener una discusión política sobre el control de armas. “Hay un momento y lugar para un debate político. Pero este es un momento para unirnos como país”, declaró Sarah Sanders.