Por: Tony López R. (*)
En una digna decisión de soberanía e independencia, el recién electo presidente de Venezuela Nicolás Maduro, tomó la medida de declarar persona no grata al Encargado de Negocios Todd Robinson y a Bryan Naranjo, Jefe de la Oficina Política de la Embajada de los Estados Unidos en Venezuela, por sus acciones conspirativas y desestabilizadoras en este país andino.
Dando continuidad milimétricamente al denunciado Plan del Comando Sur conocido como el Golpe Maestro, dirigido por el almirante Kurt W Todd, el Grupo de Lima emitió un pronunciamiento a través de la cancillería de Perú y México, donde precisaban que “los comicios electorales celebrados en Venezuela no cumplen con los estándares internacionales de un proceso democrático, libre, justo y transparente”.
Ridículo pronunciamiento del traidor Grupo de Lima, la felonía de este grupúsculo, conformado en Perú en agosto del 2017, en respuesta a la derrota que recibieron en Cancún, México, tanto en el Consejo Permanente, como en la 47 Asamblea General de la OEA, celebrada en junio del pasado año cuando los cancilleres de 21 de los 34 que lo integran no aprobaron la aplicación a Venezuela de la Carta Democrática.
Ante esta derrota, el corrupto Secretario General de la OEA el uruguayo Luis Almagro, continúa a través del Grupo de Lima, alentando la intervención en Venezuela, utilizando falsos argumentos sobre la violación de derechos humanos, la libertad de expresión, la victimización de los victimarios y calificar de dictadura al gobierno de Nicolás Maduro.
La opinión pública debe conocer que en ocasión de la celebración de un evento latinoamericano, promovido por el Gobernador del Estado de La Florida con la participación del Secretario General de la OEA Luis Almagro, y ante los fracasos para que le aprueben la Carta Democrática, solicitó la intervención militar en Venezuela al Jefe del Comando Sur , Kurt W Tidd, ante tal mensaje del Secretario de la OEA, el pasado 6 de abril del año en curso, este Almirante declaró “que la situación en Venezuela podría acabar exigiendo una respuesta a nivel regional” Muy clara y definido el curso a seguir contra Venezuela.
El Grupo de Lima que no solo apoya el plan intervencionista, sino que lo promueve, no tiene la más mínima moral y ética para señalar que el respaldo del padrón electoral que dio la victoria a Nicolás Maduro está por debajo del 50 por ciento, veamos cuales fueron los comportamientos de estos actuales Jefes de Estado: Donald Trump votaron por él 46% sobre el padrón electoral de 27.3 %; el argentino Mauricio Macri votaron por él 51,2% sobre el padrón electoral de 26,8%; el colombiano Juan Manuel Santos, votaron por él 53,1% sobre el padrón electoral del 23,7 %; el chileno Sebastián Piñera votaron por él 54.6% sobre el padrón electoral de 26,5%. El venezolano Nicolás Maduro votó por él 67,8 % sobre el padrón electoral de 31,7%. No doy las cifras de las elecciones en Honduras porque el actual presidente en ejercicio, además de cometer un gran fraude, denunciado por la propia comisión de Observadores de la OEA, violentó la Constitucional de su país, pues no podía reelegirse.
Entonces de que ilegitimidad electoral reclama el Grupo de Lima, ese grupo es el que debe probar su legitimidad, porque está violando la carta Constitutiva de la OEA que da sustento a la existencia de esta organización y expresa claramente en su primer artículo “que la OEA no puede intervenir en los asuntos internos de ningún Estado miembro, salvo que sea solicitado o aprobado por este, porque la soberanía de ningún Estado miembro puede ser violada”
El Grupo de Lima no puede coinvertirse en juez o fiscal de ningún –Estado, es además un grupúsculo marginal, disidente que está sentando un muy grave precedente político, diplomático y jurídico, que tal que los miembros de la OEA que no forman parte del llamado Grupo de Lima, se conviertan en un Grupo y soliciten la inmediata renuncia del golpista Michael Temer en Brasil, o que solicite el juzgamiento del fraudulento presidente de Honduras.
O la renuncia del presidente de México y de Colombia por las graves violaciones a los derechos humanos por la aplicación del terrorismo de Estado con el asesinato en México de cerca de 90 políticos que aspiraban a cargos electorales en las elecciones del próximo 1 de Julio. O al Presidente colombiano por el asesinato de más de 285 dirigentes comunitarios, sociales de los cuales unos 60 son ex guerrilleros y familiares que estaban dentro de los Acuerdos de Paz y que debía proteger el Estado.
La opinión publica latinoamericana e internacional debe estar informada de está grave conspiración, que al parecer sigue su marcha bajo la conducción del Comando Sur, de los Estados Unidos con el vergonzoso apoyo de estos minoritarios gobiernos latinoamericanos y canadiense, la subordinación de algunos países europeos a Washington, pero se enfrentarán a la Dignidad de un pueblo, el del libertador Simón Bolívar, y los agresores quedaran registrado en la historia con el humillante calificativo de traidores.
(*) Periodista, politólogo y analista Internacional.