Intervención de la Representante Permanente de Cuba ante la ONU, Anayansi Rodríguez Camejo, en el Debate Abierto del Consejo de Seguridad: “Mantenimiento de la paz y seguridad internacionales: mediación y solución pacífica de conflictos”. Nueva York, 29 de agosto de 2018.

Señor Presidente:

Apoyamos la declaración formulada por la delegación de la República Bolivariana de Venezuela en nombre del Movimiento de Países No Alineados.

Cuba está firmemente comprometida con el principio de la solución pacífica de controversias y la prevención de los conflictos a través de la mediación.

La forma más efectiva en la que el Consejo de  Seguridad de las Naciones Unidas puede apoyar la mediación como medio para el arreglo pacífico de controversias es velando porque la misma se lleve a cabo en pleno respeto del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas, y de los principios de soberanía, no uso ni amenaza del uso de la fuerza, integridad territorial, independencia política y no injerencia en los asuntos internos de los Estados.

Nuestro país observa con preocupación la tendencia creciente del Consejo de Seguridad a invocar excesiva y apresuradamente el Capítulo VII de la Carta; cuando la guerra, la confrontación, la hostilidad y las sanciones nunca han sido ni serán la vía para preservar la paz y la seguridad internacionales.

Es lamentable que el Consejo de Seguridad recurra con premura a las disposiciones de los Artículos 41 y 42 de la Carta, sin haber agotado totalmente las demás opciones, incluidas las previstas en el Capítulo VI y sin considerar sus consecuencias, incluido los efectos a corto y largo plazo de la imposición de sanciones, en particular para los procesos políticos encaminados a lograr un arreglo pacífico de los conflictos.

Las experiencias y precedentes creados a partir de casos recientes, en los que se ha evidenciado la manipulación de la Carta de las Naciones Unidas, el doble rasero y la violación flagrante del Derecho Internacional, demuestra que cuando no hay buena fe, imparcialidad y respeto a la independencia, la soberanía y la integridad territorial de una nación, no es posible conducir una mediación objetiva.

Tampoco será efectivo un mecanismo de solución pacífica de controversias, incluyendo la mediación, mientras algunos Estados continúen utilizando o amenazando con utilizar la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de otros; o mientras se impongan recetas globales preconcebidas.

Cada situación debe ser manejada de acuerdo a sus características específicas. La mediación no puede ser considerada automáticamente como el método más apropiado en todos los casos.

Señor Presidente:

En opinión de Cuba, para que una mediación sea creíble y eficaz requiere además, la voluntariedad y el consentimiento de las partes en una controversia o conflicto particular, la imparcialidad de los mediadores, el cumplimiento por estos de los mandatos acordados, el respeto de la soberanía nacional, el cumplimiento de las obligaciones de los Estados y la preparación operacional, incluidos los conocimientos especializados de fondo y de procedimiento por parte de los mediadores.

En ese sentido, subrayamos el papel particular que la Carta encomienda al Secretario General en el campo de los buenos oficios y la mediación; sin dejar de reconocer que el arreglo pacífico de controversias, la prevención de conflictos y su solución, en particular a través de la mediación, de conformidad con la Carta y el Derecho Internacional, siguen siendo una responsabilidad primordial de los Estados miembros.

Apreciamos los esfuerzos del Secretario General para continuar fortaleciendo las capacidades de apoyo a la mediación de las Naciones Unidas, de conformidad con los mandatos acordados.

No obstante, se debe evaluar de forma cuidadosa y caso a caso, el papel que se quiere asignar a las organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil y otras entidades, como agentes de apoyo a la mediación y en relación con la prevención de conflictos, habida cuenta se ha demostrado que en varios conflictos, han perseguido agendas foráneas y carecido de imparcialidad y buena fe.

Señor Presidente:

La mediación como uno de los métodos para el arreglo pacífico de controversias previstos en el Capítulo VI de la Carta de las Naciones Unidas puede y ha demostrado ser efectiva en determinadas situaciones.

Los Acuerdos de Paz alcanzados por el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC) en La Habana en 2016, que pusieron fin a más de cinco décadas de conflicto armado, constituyen un ejemplo de ello.

Preservar e implementar estos acuerdos de paz ahora es responsabilidad no solo de las partes, sino también de la comunidad internacional y de este Consejo de Seguridad.

Cuba continuará contribuyendo en todo lo posible, con modestia, discreción y profundo respeto a las posiciones de las partes y a su solicitud, con los esfuerzos para lograr una paz estable y duradera en Colombia.

Muchas Gracias.

(Tomado de Cubaminrex)