Canto que ha sido valiente
siempre será canción nueva.
Víctor Jara
21 de febrero de 2019
Quienes piensan que el gobierno de Estados Unidos está contra el presidente legítimo de Venezuela Nicolás Maduro, no saben nada de historia. Quienes piensan que la metralla va con nombres y apellidos de chavistas no tienen ni un ápice de inteligencia. Quienes no tengan claro en esta hora sumamente crítica que el Imperio viene con todo y contra todos, en el mejor de los casos estarán incurriendo en un delito de estupidez; en el peor, de complicidad con un crimen de lesa humanidad.
Hechos muy similares, casi con el mismo macabro guión de “ayuda humanitaria” o “defensa de los ciudadanos norteamericanos”, en tiempos que muchos podemos recordar: Nicaragua, Guatemala, República Dominicana, Chile, Granada, Haití, Yugoslavia, Irak, Libia, Siria… sin contar presidentes incómodos sospechosamente muertos en accidentes.
Parafraseando a José Martí, quien se levanta hoy con Venezuela se levanta con Nuestra América. La quiere el Imperio por su petróleo y enormes recursos, y por su ejemplo de soberanía, el mismo de Nicaragua y Cuba, ya mencionadas también por sus halcones. El gobierno de Estados Unidos, apoyado por el 1% de los más ricos del mundo, está decidido a constituirse como el guardián del planeta. Solo los pueblos, unidos en una lucha común, con todo lo que podamos y tengamos a mano, podremos frenar esta ofensiva más peligrosa que la de Octubre de 1962. Y esta escalada tiene visos de alta probabilidad, lo que pone al mundo en la disyuntiva de los que aman y construyen contra los que odian y destruyen.
Los trovadores hemos estado siempre con los pueblos y como parte de ellos, porque de ellos nacimos. Ahí están para que les recordemos Joe Hill, Benjo Cruz, Jorge Salerno y Víctor Jara. Algunos, quizás confundidos por la propaganda machacona de los medios o por los dividendos que pueda ofrecerles la “neutralidad”, estarán cantando lejos de su origen. Es su decisión.
La orden, dada por los que partieron, es nunca dejar de cantar. Y la otra orden, de los que deben quedarse, es no descuidarse jamás, estar atentos y alertas y, sobre todo, unidos.
Para la guerra, nada. Contra el imperio, todo.
Vicente Feliú
Coordinador General