Recientemente los cubanos nos despertamos con la noticia de que una donación de la Fundación de Jack Ma, dueño de la compañía china Alibaba, no podría llegar a la Isla debido a que la empresa que transportaba esos suministros se negó a efectuar el envío como consecuencia del bloqueo impuesto por Estados Unidos; sin embargo, la ayuda del gigante de comercio electrónico llegó sin inconvenientes a otros países de América Latina.
Ni en tiempos de coronavirus a los cubanos se nos permite respirar tranquilos y los daños provocados por la aplicación de ese férreo cerco, también en el ámbito de la salud, crecen pese a la pandemia.
Hasta el momento las afectaciones al sector por las presiones de Washington suman 160 millones de dólares y según análisis preliminares la cifra representa 60 millones por encima de lo reportado en igual período de 2019.
El bloqueo impide cada año la adquisición de tecnología de punta, materias primas, equipos y piezas de repuesto; así como medicamentos para el tratamiento de patologías complejas.
Cuba tiene que hacer malabares para obtener insumos médicos los cuales debe buscar en mercados lejanos y en ocasiones a través de intermediarios, lo que impone el incremento de los precios y demoras en la entrega, con lo cual se pone en juego el principio del Sistema Cubano de Salud: salvar vidas humanas.
Con independencia de las trabas de siempre en una crisis sanitaria internacional el escenario se complejiza. Los medios de protección, utilizados por el personal de salud, como mascarillas, gafas protectoras, trajes y guantes, al igual que reactivos, son difíciles de adquirir en tanto su demanda ha aumentado de manera exponencial.
Alrededor del 10 por ciento de los pacientes afectados por COVID-19 en Cuba presentan cuadros graves de la enfermedad y muchos requieren de ventilación pulmonar, uno de los recursos más necesitados ahora en el mundo.
Recientemente varios proveedores informaron a la empresa Importadora y Exportadora de Medicamentos Medicuba, única de su tipo en el país, que no podían entregar los ventiladores pulmonares contratados, debido a que los fabricantes habían sido comprados por una compañía estadounidense.
Los fabricantes IMT Medial AG y Acutronic habían sido adquiridas por la empresa estadounidense Vyaire Medical Inc. con sede en Illinois, por lo que comunicaban que “la directriz corporativa que tenemos hoy día es suspender toda relación comercial con Medicuba”.
El doctor Lázaro Silva Herrera, vicepresidente de Medicuba, informó recientemente que en los últimos años la entidad ha tratado de contactar con casi 60 empresas estadounidenses para incorporarlas a su cartera de proveedores de equipamiento e insumos médicos, las cuales en su mayoría no contestan a la solicitud de la nación caribeña.
Las afectaciones no son solos de insumos: centros de referencia nacional se ven imposibilitados de acceder a fondos para proyectos y a sus especialistas, en ocasiones, se les niega el visado para eventos internacionales.
Ejemplo de ello es el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” -IPK-, al frente hoy de la lucha contra el SARS-CoV-2, el cual en 2019 recibió una negativa por parte de la Federación de Universidades para el Bienestar Animal de Reino Unido ante la solicitud de acceder a fondos para investigaciones.
Con el empleo del capital humano y las potencialidades del sistema sanitario como la Atención Primaria, Cuba combate al nuevo coronavirus. Mediante el médico de la familia, entre otros actores, desarrolla el pesquisaje en cada comunidad en aras de detectar tempranamente cualquier síntoma respiratorio.
Junto a ello, la industria farmacéutica y biotecnológica nacional, de probado prestigio en la erradicación de enfermedades infecciosas, trabaja para garantizar una vacuna específica y otros medicamentes para combatir la COVID-19.
Si bien para un país bloqueado es difícil enfrentar una pandemia, a diferencia de otras naciones, Cuba prioriza la vida de sus ciudadanos sobre la economía y aporta su granito de arena al enviar brigadas médicas para enfrentar la enfermedad en las naciones que lo requieran. (Tomado de ACN).