Por James Oliphant
Washington, 12 ago (Reuters) - La elección de Kamala Harris como compañera de lista de Joe Biden le da un nuevo blanco a la campaña de reelección del presidente Donald Trump, que busca una línea de ataque eficaz contra su rival demócrata, pero ir tras la senadora conlleva nuevos riesgos y desafíos.
A los pocos minutos del anuncio de Biden el martes, Trump había calificado a Harris como "desagradable", "horrible" e "irrespetuosa", mientras que su campaña la describió como una extremista que llevaría al moderado Biden hacia la izquierda.
Pero la verdad es que hay poca evidencia que sugiera que el público ve a Harris, una exfiscal de California y exfiscal general con fuertes vínculos con el partido demócrata, como una figura radical.
De hecho, es más apreciada que Biden entre los republicanos, según una encuesta de Reuters/Ipsos realizada entre el 10 y el 11 de agosto, justo antes del anuncio. El sondeo mostró que un 21% de los votantes republicanos registrados tienen una impresión favorable de Harris, frente al 13% que tenía una opinión igualmente favorable del ex vicepresidente.
Y hay algo más preocupante para Trump: los ataques contra la primera mujer negra que integra una lista presidencial de uno de los grandes partidos en la historia podrían parecer sexistas o racistas y complicar sus esfuerzos para apuntalar el respaldo entre las mujeres suburbanas, un bloque de votantes crítico que debe recuperar para poder ser reelegido, señalan estrategas.
Las principales mujeres demócratas ya advirtieron contra una repetición de los ataques de Trump en 2016 contra Hillary Clinton, quien fue objeto de críticas de género como la primera candidata presidencial mujer. El republicano también la calificó de "desagradable" y la acusó de jugar "la carta de la mujer".
"Si quiere usar términos misóginos contra Kamala Harris va a ser gran reto", dijo Neera Tanden, una de las principales asesoras de Clinton durante su candidatura. "No tiene margen de error con las mujeres de los suburbios".
Según la última encuesta de Reuters/Ipsos, Biden tenía una ventaja de 10 puntos porcentuales entre las mujeres y una ventaja de 6 puntos entre las que viven en los suburbios. En general, Biden supera a Trump por 11 puntos, a menos de tres meses de la votación del 3 de noviembre.
Sarah Longwell, una encuestadora republicana, dijo que los asesores de Trump probablemente querrían que el presidente, conocido por su retórica fogosa contra sus rivales políticos, fuera más cauto al atacar a Harris a menos que haya motivos para creer que las mujeres suburbanas desconfían de ella o no les cae bien. "Pero no hay evidencia de ello", señaló.
BUSCANDO UNA VENTAJA
La imagen positiva de Trump se ha deteriorado gravemente en medio de la pandemia de coronavirus, la recesión económica y las protestas en todo el país por la brutalidad policial y la injusticia racial. El mandatario y sus aliados, que necesitan algo que altere la trayectoria de la carrera a la Casa Blanca, lanzaron rápidamente una andanada de ataques contra Harris.
La campaña organizó una conferencia telefónica con reporteros para atacar las posturas que Harris mostró durante su propia candidatura a la Casa Blanca, cuando apoyó políticas progresistas como el Green New Deal, un plan de energía limpia radical, y Medicare para todos, un plan de salud respaldado por el gobierno. Biden no ha respaldado ninguna de las propuestas.
Harris cambió varias de sus posturas políticas en el transcurso de la campaña en un intento de virar hacia el centro. Pero la campaña de Trump dejó en claro que intentará pintarla como una izquierdista impenitente, al tiempo que sugiere que Biden, de 77 años, pronto podría abandonar su puesto y dejarla a ella a cargo del país.