La Organización Mundial de la Salud determinó que, debido a la pandemia, servicios de salud mental se han interrumpido, pese a que hora son más necesarios. Foto: Reuters.
La Habana, 10 oct (RHC) El Día Mundial de la Salud Mental de este año se celebra en un momento en que nuestras vidas cotidianas se han visto considerablemente alteradas como consecuencia de la pandemia de la Covid-19.
Los últimos meses han traído muchos retos: para el personal de salud, que presta sus servicios en circunstancias difíciles, y acude al trabajo con el temor de llevarse la Covid-19 a casa; para los estudiantes, que han tenido que adaptarse a las clases a distancia, con escaso contacto con profesores y compañeros, y llenos de ansiedad sobre su futuro; para los trabajadores, cuyos medios de vida se ven amenazados; para el ingente número de personas atrapadas en la pobreza o en entornos humanitarios frágiles con muy poca protección contra la COVID-19; y para las personas con afecciones de salud mental, muchas de las cuales están todavía más aisladas socialmente que antes. Por no hablar de la gestión del dolor de perder a un ser querido, a veces sin haber podido despedirse.
Las consecuencias económicas de la pandemia ya se dejan sentir por doquier, puesto que las empresas despiden a personal en un intento de salvar el negocio, o se ven obligadas a cerrar por completo.
Según la experiencia adquirida en emergencias pasadas, se espera que las necesidades de apoyo psicosocial y en materia de salud mental aumentarán considerablemente en los próximos meses y años. Invertir en los programas de salud mental en el ámbito nacional e internacional, infrafinanciados desde hace años, es ahora más importante que nunca.
Por ello, la campaña del Día Mundial de la Salud Mental de este año se ha propuesto conseguir el incremento de las inversiones a favor de la salud mental.
Una de las áreas más desatendidas en la salud global
La salud mental es una de las áreas más desatendidas de la salud pública. Cerca de 1000 millones de personas viven con un trastorno mental, tres millones de personas mueren cada año por el consumo nocivo de alcohol y una persona se suicida cada 40 segundos. Y ahora, miles de millones de personas de todo el mundo se han visto afectadas por la pandemia de COVID-19, que está teniendo repercusiones adicionales en la salud mental de las personas.
Sin embargo, relativamente pocas personas en todo el mundo tienen acceso a servicios de salud mental de calidad. En los países de ingresos bajos y medios, más del 75% de las personas con trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias no reciben ningún tratamiento para su afección. Además, la estigmatización, la discriminación, el carácter punitivo de la legislación y las violaciones de los derechos humanos siguen estando generalizados.
El acceso limitado a una atención de salud mental de calidad y asequible en el mundo antes de la pandemia, y en particular en las situaciones de emergencia humanitaria y de conflicto, ha disminuido aún más debido a COVID-19, ya que la pandemia ha perturbado los servicios de salud en todo el mundo. Las causas principales han sido la infección y el riesgo de infección en centros de atención de larga duración como los centros residenciales y las instituciones psiquiátricas; los obstáculos para reunirse con personas cara a cara; el hecho de que el personal de salud mental esté infectado por el virus; y el cierre de los centros de salud mental para convertirlos en centros de atención para personas con COVID-19.
Acción a favor de la salud mental: invirtamos en ella
Por ello, para el Día Mundial de la Salud Mental de este año, la OMS, junto con las organizaciones asociadas United for Global Mental Health y la Federación Mundial de Salud Mental, piden que se aumente considerablemente la inversión en salud mental. Para impulsar la acción pública en todo el mundo, en septiembre se pondrá en marcha una campaña con motivo del Día Mundial de la Salud Mental titulada Acción a favor de la salud mental: invirtamos en ella.
Los países gastan en promedio solo el 2% de sus presupuestos sanitarios en salud mental. A pesar de algunos aumentos en los últimos años, la asistencia internacional para el desarrollo en materia de salud mental nunca ha superado el 1% de toda la asistencia para el desarrollo en el ámbito de la salud. Esto ocurre a pesar de que por cada US$ 1 invertido en la ampliación del tratamiento de trastornos mentales comunes, como la depresión y la ansiedad, se obtiene un rendimiento de US$ 5 en cuanto a la mejora de la salud y la productividad.
Cuba otorga especial prioridad a este tema
En su conferencia habitual de cada mañana, el doctor Francisco Durán García, director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública cubano, sostuvo que este día adquiere un carácter más especial este año, teniendo en cuenta el número de trastornos mentales que ha generado la pandemia del coronavirus que ha cambiado el rumbo de la vida en todo el planeta.
De ahí el lema de la jornada que llama a hacer de la salud mental una prioridad a nivel global, dijo.
Destacó que Cuba brinda servicios de atención en este ámbito de manera gratuita y le otorga especial relevancia a este tema. (Fuente: Cubadebate)