Milicias Nacionales Revolucionarias. Foto: ACN.
Por: Jorge Wejebe Cobo
La Habana, 28 oct (RHC) Desde el triunfo de la Revolución Cubana el primero de enero 1959, el imperialismo y sus mercenarios internos llevaron adelante una campaña de agresiones contra Cuba que se incrementaría en el transcurso de las semanas y meses con sabotajes, alzamientos y bombardeos de aviones procedentes de Estados Unidos a centrales azucareros, cañaverales y contra la propia capital, ocurrido el 21 de octubre con un saldo de dos muertos y unos 50 heridos.
En el mismo mes de octubre fueron bombardeados en Ciego de Ávila los centrales Violeta y Punta Alegre y ametrallado un tren de pasajeros en Las Villas.
La respuesta revolucionaria sería contundente durante la memorable jornada del 26 de octubre en la multitudinaria concentración de más de un millón de cubanos frente al Palacio Presidencial, convocada para condenar el criminal bombardeo a La Habana.
Ese día, el Comandante en Jefe Fidel Castro proclamó la creación de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR), subordinadas al MINFAR para actuar en defensa de la Patria y la Revolución.
El máximo líder cubano al explicar la razón de armar al pueblo explicó: “Porque es justa nuestra causa, porque no queremos hacerle daño a nadie ni nadie tiene derecho a hacernos daño a nosotros. Desde hoy proclamamos que no tememos a nada ni a nadie, que no tememos las medidas que se traman contra nosotros ni tememos las medidas que tengamos que tomar para combatir a los que quieran destruirnos”.
Próximo a partir para la entonces provincia de Camagüey para enfrentar la traición de jefes del Ejército Rebelde en la región, el Comandante Camilo Cienfuegos habló por última vez al pueblo cubano, antes de perderse para siempre en el mar junto al piloto y la escolta de la avioneta en que regresaba de esa provincia el 28 de octubre.
En sus palabras, el Héroe de Yaguajay expresó: “Para detener esta revolución cubanísima, tiene que morir un pueblo entero y si eso llegara a pasar, serían una realidad los versos de Bonifacio Byrne: "Si deshecha en menudos pedazos/ se llega a ver mi bandera algún día,/ nuestros muertos, alzando los brazos/ la sabrán defender todavía."
Ese día, obreros, campesinos, estudiantes e intelectuales, reafirmaron la unidad en torno a la Revolución frente a las agresiones externas y las traiciones con la decisión de tomar las armas para defender la patria amenazada.
Las MNR primero organizadas por sectores sociales y en centros de trabajo entrarían en un rápido proceso de perfeccionamiento y poco más de un año después con la llegada al país de grandes cantidades de armamentos de la URSS y el Campo Socialista que aprendieron a manejar los bisoños milicianos en tiempo record se conformaron batallones de combate que junto con el Ejército Rebelde y el Batallón de la Policía Nacional Revolucionaria derrotaron la invasión mercenaria de Playa Girón en abril de 1961.
Los intentos de convertir el Escambray y otras zonas rurales del país en baluarte de los alzados no prosperaron tampoco frente a los ya experimentados milicianos, que junto a los combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarías y del Ministerio del Interior limpiaron de bandidos todos los rincones de nuestros campos en 1965.
Durante estos 60 años, el desarrollo de las Milicias Nacionales Revolucionarias han patentizado el principio de que nuestro ejército es el “pueblo uniformado” como la base de la actualización de nuestra estrategia de defensa emprendida en la década de 1980, bajo el concepto de la Guerra de Todo el Pueblo y la organización de las Milicias de Tropas Territoriales, continuadoras de aquellas iníciales formaciones. (Fuente: ACN)