Clara Barton, líder del saneamiento de Cuba, fue conocida como el Ángel de la Guerra en Estados Unidos por la ayuda prestada a los heridos de la Guerra de Secesión. Foto: American Red Cross
Por: Victor Kevin Almeida Rodríguez
La Habana, 20 feb (RHC) Mientras se piensa que el gobierno estadounidense ayudó a la recuperación de Cuba luego de la Guerra de 1895 y la Reconcentración de Weyler, en realidad, fue Clara Barton, activista y fundadora de la Cruz Roja Norteamericana, quien encabezó la expedición del primer barco del mundo en navegar bajo la bandera de dicha organización, el State of Texas, surtido de provisiones para auxiliar a la población cubana.
Ángel Jiménez González, Doctor en Ciencias Históricas e investigador Titular del Instituto Cubano de Historia, aclaró: “Luego de estos dos cruentos eventos, la Isla quedó devastada. Los primeros en ofrecer la asistencia humanitaria con recursos del exterior fueron la Cruz Roja y el Comité de Ayuda para Cuba, pues las tropas norteamericanas prácticamente no colaboraron, y cuando lo hacían era con las pocas reservas que existían en el país”.
A su vez, María de los Ángeles de Varona, especialista en Difusión e Historia de la Cruz Roja Cubana, destacó que Clara Barton ejerció presiones sobre la dirección estadounidense para enviar suministros, alimentos y medicinas, por esfuerzos propios, a los cubanos en general y los reconcentrados en particular.
“Todos los víveres repartidos en Santiago de Cuba fueron conseguidos con los fondos de la Cruz Roja y el Comité de Ayuda para Cuba. La administración estadounidense no colaboró en el saneamiento de la Isla y solo observaba cómo el pueblo moría de hambre”, agregó de Varona.
El estadounidense Philiph Sheldon en su libro La Guerra Hispano-Cubana-Norteamericana y el surgimiento del imperialismo yanqui, deja constancia de que la embarcación State of Texas partió con más de 1 400 toneladas de abastecimientos desde los Estados Unidos hacia el puerto de Santiago, en julio de ese año, sin la total aprobación por parte del Senado norteamericano.
Los intentos de Barton por ayudar al pueblo cubano fueron denegados varias veces. El alto mando yanqui no permitió el desembarco de los suministros obtenidos por cualquier organización humanitaria, hasta que sus tropas no tuvieron todo el control sobre la nación.
Fuera de Santiago, la situación era deplorable, los soldados yanquis confiscaban los bienes enviados por la Cruz Roja. La señorita Barton se enteró y rápidamente socorrió a los pueblos del centro y occidente del país, al enviar grandes grupos de enfermeras y caravanas de comida, relata el Periódico The San Francisco Call, en una publicación del 15 de enero de 1899.
Con poco capital y sin la asistencia de los Estados Unidos, la organización creó asilos en todo el territorio nacional, donde se atendieron a más de 15 000 personas. En las escuelas, se enseñaron a leer y escribir a más de 1 000 niños, describe el libro de Philiph Sheldon.
“La idea de auxiliar al pueblo cubano tuvo su antecedente en una visita de la señorita Barton junto al senador de Vermont, Redfield Proctor, a Cuba, en marzo de 1898, donde se detectó la miseria existente en la sociedad”, añadió el Doctor Jiménez.
Clara Barton fue conocida como el Ángel de la Guerra, debido a la atención prestada a los heridos en la Guerra de Secesión. En 1881 creó la Cruz Roja Norteamericana, organización en la cual estuvo al frente hasta su muerte. En Santiago de Cuba se erigió un busto en agradecimiento al apoyo ofrecido en la ciudad. (Fuente: Cubadebate)