Imagen ilustrativa tomada de Archivo/RHC
El sistema bancario cubano desempeña un papel fundamental en el actual proceso de ordenamiento monetario y cambiario que impulsa el país, y para ello ha debido fortalecer su labor en pos de asumir con agilidad y eficacia el papel que le corresponde.
Alberto Quiñones, director general de Sistemas, Tecnología y Desarrollo del Banco Central de Cuba (BCC), aseguró recientemente en la revista televisiva Buenos Días que desde el anuncio del proceso, conocido aquí como Tarea Ordenamiento, el BCC extendió los horarios de trabajo, en el mes de diciembre y una parte de enero.
El representante del BCC refirió que, con el fin de llevar adelante los planes previstos, en cada una de las sucursales se ha mantenido el servicio, aunque se han registrado complejidades en varias de ellas debido a la pandemia de la COVID-19.
En cuanto a la situación de los cajeros automáticos, el director general de Operaciones y Sistemas de Pago del BCC, Juan Luis Gamboa, explicó en ese espacio que no se ha podido llegar a todos los municipios del país, para lo cual se trazaron como estrategia abastecer los cajeros existentes con altas denominaciones, para así mantenerlos con mayor cantidad de dinero.
“Con menos billetes que se dispensen se pueden satisfacer grandes montos, lo cual no quita que al realizarse extracciones mayores en las sucursales bancarias también se pague con billetes de altas denominaciones”, enfatizó Gamboa.
Peso cubano.
El titular de Operaciones y Sistemas de Pago del BCC detalló que al aumentar los salarios y la seguridad social producto del ordenamiento monetario, los billetes de altas denominaciones han tenido mayor demanda.
Señaló que una de las misiones del BCC es mantener la estabilidad de todo el cono monetario en todo el país, por lo que tampoco se puede permitir que solo se pague con billetes de altas denominaciones, sino que se deben garantizar medias y bajas denominaciones en toda la red de comercio, farmacias, bodegas, para que el efectivo exista y se use armónicamente.
Ante la interrogante de por qué en ocasiones los cajeros no poseen efectivo, Gamboa explicó que hay algunas sucursales que abastecen directamente esos cajeros que han tenido situaciones por la pandemia de la COVID-19, además de los momentos pico, que se presentan fundamentalmente durante el pago de la seguridad social y el de salarios, cuando se hace insuficiente el reaprovisionamiento de esos equipos.
Como solución, comentó, se buscan combinaciones con las denominaciones de billetes, para tratar de que siempre sea suficiente.
Sobre la impresión de tarjetas magnéticas en moneda nacional, Quiñones comentó que su demanda siempre estará en relación con las posibilidades del banco y la logística, que se tenga el material de su producción en el país, y las condiciones pandémicas en el mundo, entre otros factores; señaló que hoy, por ejemplo, no es posible que todos los jubilados tengan una tarjeta magnética.
Como una novedad, comentó que en el 2020 se introdujo el pin digital; ya no se imprime esta clave, sino que se dan unas coordenadas aleatorias en la tarjeta de coordenadas (Telebanca) con la cual la persona puede confeccionar su propio pin.
Foto: Cubadebate
Por otra parte, explicó Gamboa que han crecido los servicios, los clientes, los usuarios, y se trabaja de conjunto con gobiernos locales para buscar espacios para ampliar las sucursales, un tema de inversiones en medio de una situación económica compleja en el país.
“Una de las cosas que soluciona esa carencia son los servicios de Banca remota, Banca electrónica, donde confluyen muchos factores y entes como los comercios, las comunicaciones, entre otros”, precisó.
El funcionario señaló que en los últimos años se registra un incremento del servicio no presencial que se utiliza con plataformas como Enzona, Transfermóvil y el uso de tarjetas en tiendas en MLC (Moneda Libremente Convertible), acciones que apuestan por el comercio electrónico, prioridad del país. (Tomado de la ACN)