Médico cubano Israel Ávila Luis
por Angel Darián Santa Cruz Quevedo
A lo largo de mi vida varias constituyen las misiones internacionalistas en las que he participado, pero ayudar a salvar vidas en tu país en medio de una situación tan difícil como la acontecida por la COVID-19 en Matanzas significa un honor inmenso, confesó a la ACN Israel Ávila Luis, miembro de la brigada Henry Reeve.
Llevaba un mes de descanso en mi natal provincia de las Tunas tras batallar contra la pandemia en México cuando conocí de la necesidad de personal de salud que demandaba Matanzas ante la delicada situación epidemiológica que tenía con el alza de casos positivos y de inmediato me alisté para viajar hacia acá.
Al llegar pude observar que el contexto realmente era delicado, me ubicaron en el área de atención secundaria del Hospital Pediátrico Eliseo Noel Caamaño, así como también las extensiones del mismo que se encuentran distribuidas en la cabecera provincial, reveló el especialista en medicina general integral.
El trabajo con niños positivos resulta una tarea que demanda mucha sensibilidad y amor pues atiendes a pacientes que van desde el mes de nacido hasta los 18 años de edad, además de que en la mayoría de las ocasiones las madres también se detectan como portadoras de la COVID-19 y la responsabilidad se multiplica.
Ávila Luis destacó que pese a la adversidad de las primeras jornadas en las que existía mucho temor, cada vez que dialogaba con las familias de los menores y les decía que era parte de la brigada Henry Reeve, los rostros se transformaban en señal de reconocimiento y confianza por el prestigio alcanzado a nivel mundial por este grupo de profesionales de la salud.
Con experiencia internacionalista en naciones como Venezuela, Guatemala y México, el galeno especificó que tener la dicha de laborar en tu patria constituye algo para lo cual todo médico se prepara como parte del juramento hipocrático de salvar vidas pues si lo hacemos en todo el mundo con mucho amor y entrega, acá esos sentimientos se multiplican.
Por casi año y medio se mantiene una ardua batalla contra la COVID-19, el personal de la salud cubano honra en cada instante el legado del Comandante en Jefe cuando nos nombrara como un ejército de batas blancas pues somos soldados que tienen el propósito de salvar vidas, afirmó.
Con 11 años de graduado, el doctor Israel Ávila Luis emprende una nueva contienda contra el coronavirus en la provincia de Holguín pero señala que se marcha de Matanzas con gratas muestras de cariño recibido durante el poco más de un mes de labor y con la satisfacción enorme de que con su obra contribuyó a la contención de la enfermedad en el territorio. (Tomado de ACN)