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Maritza Gutiérrez
Recientemente el viceprimer ministro y ministro de economía cubano Alejandro Gil Fernández informó que el próximo día 20 de septiembre entrará en vigor el paquete jurídico aprobado para la creación de las micro, pequeñas y medianas empresas en nuestro país.
A partir de ese momento se inicia un proceso de transformación que llega con las mipymes. Entre las actividades que tendrán prioridad desde el momento inicial, se encuentran aquellas dirigidas a la producción de alimentos, que sin dudas, es una actividad estratégica para la nación.
Un ejemplo del enorme potencial con que cuenta este sector está en el florecimiento de una mini industria dedicada a la producción de alimentos, que ya está aportando al autoabastecimiento territorial, y de ahí nacerán las primeras micro, pequeñas y medianas empresas, o cooperativas no agropecuarias, en un proceso de reconversión, que desde este mes de septiembre se iniciará con la inscripción vía online de la forma de gestión que decidan sus colectivos, que ya han venido avanzando en todo el país como parte de la diversificación de actores económicos emprendida desde hace varios años.
En la capital cubana las mini industrias dedicadas a la producción de alimentos tienen 7 líneas básicas de producción con 74 variedades de productos, entre los que podemos encontrar zumos y pulpas de frutas, vinagres, y otros semielaborados y beneficiados que llegan al consumidor cubano a través de la red de mercados.
Uno de los objetivos que logran estas mini industrias es sustituir importaciones de productos que hoy no se pueden seguir importanto y que sí se pueden producir por esta vía, supliendo la demanda del mercado interno.
A pesar del contexto excepcional que hoy vive el país a causa de la intensificación del bloqueo estadounidense, agudizado por la pandemia, Cuba apuesta por la transformación de sus actores económicos con la creación de la micro, pequeñas y medianas empresas, tanto estatales como privadas, que contribuirán a promover un proceso desde lo interno, participativo, innovador y de articulación de intereses, donde los territorios logren crecerse desde la base y por sus propios esfuerzos.