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Por: Pedro Martínez Pírez

La Habana, 3 oct (RHC) La más reciente victoria de la cultura cubana frente al odio y la mediocridad acaba de lograrla el cantautor y poeta Silvio Rodríguez en un multitudinario concierto ofrecido en el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid.

Fue el segundo concierto ofrecido por Silvio en la capital española en estos días, pues el primero, también con masiva asistencia, se realizó con motivo del Centenario del Partido Comunista de España.

La recaudación de ambos conciertos fueron donadas por el notable cantautor para respaldar el gran esfuerzo del gobierno cubano en su combate a la pandemia, en medio de un criminal e ilegal bloqueo que Estados Unidos incrementó contra Cuba en estos tiempos difíciles de Covid-19.

La maquinaria anticubana, que se desplegó para impedir o al menos sabotear los conciertos de Silvio en Madrid, fue derrotada en forma aplastante y quedó en evidencia que la inmensa mayoría de los españoles admiran y se solidarizan con el cantautor, nacido hace casi 75 años en la localidad de San Antonio de los Baños, donde se produjeron el pasado 11 de julio los primeros intentos fomentados desde Miami para derrocar a la Revolución Cubana, como parte de una guerra de cuarta generación.

Silvio Rodríguez, a quien entrevisté en una ocasión en La Habana, cuando el pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín le hizo un retrato como regalo de cumpleaños, demostró en este viaje con su gesto de donar a Cuba lo recaudado, y enfrentar con valentía y dignidad las provocaciones, que es un legítimo representante -y fruto- de la cultura cubana.

Y en la capital de España pudo demostrar las razones que tuvo el Apóstol de la independencia cubana, José Martí, para proclamar hace muchos años en una revista venezolana, que La música es la forma más bella de lo bello.

Con Silvio y con Martí triunfó no sólo la buena música, sino también el amor, frente a quienes cultivan el odio contra Cuba y le hacen, como marionetas, el juego sucio al Imperio.