Fidel Castro, protagonista y guía de la política exterior de Cuba

Editado por Martha Ríos
2021-11-25 12:42:36

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El Comandante en Jefe continuará siendo la voz de los
pueblos oprimidos. Foto: Archivo/RHC

El pensamiento político del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz es único y reproduce las aspiraciones de un nuevo orden mundial solidario y altruista, basado en la justicia, la equidad y la paz.

Cuando este 25 de noviembre rememoramos el quinto aniversario de la desaparición física del Comandante en Jefe, podemos afirmar que lo logrado por Fidel en las relaciones internacionales coloca a Cuba en una posición de elevado prestigio y liderazgo internacional, sobre todo para los países en desarrollo.

Visto así, la propia Revolución cubana, al asumir un proceso totalmente autóctono que cambió la historia del continente, constituyó su primer aporte al mundo y a la política exterior.

A partir del 1 de enero de 1959, la diplomacia revolucionaria cubana se forjó con Fidel como su principal protagonista y guía, bajo los principios del respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, el rechazo a la injerencia extranjera; la condena a toda forma de dominación; la lucha por una paz digna y verdadera, así como la voluntad de integración y colaboración.

Desde su vocación bolivariana y martiana, la Revolución Cubana sería apenas el comienzo de una revolución más profunda que debía ocurrir en toda América Latina y el Caribe.

Después del triunfo revolucionario se acrecentaría su compromiso solidario con las causas de los países del Tercer Mundo, incluyendo África y Asia y los oprimidos y excluidos en cualquier punto geográfico del planeta, tanto en el Norte como en el Sur.

En el marco de las Naciones Unidas, en el Movimiento de Países No Alineados, Cumbres Iberoamericanas y otras reuniones de relevancia internacional, Fidel Castro alzó su voz para denunciar o abordar temas que poseen total vigencia y se convierten hoy en banderas de lucha, en pos de la justicia y total liberación humana.

Jamás traicionó sus ideales y principios internacionalistas. Para el líder cubano no podía concebirse la política sin ética y fue una idea que practicó consecuentemente también en la arena internacional.

Esa posición ética constituye uno de los paradigmas más importantes que legó a la humanidad en el campo de las relaciones internacionales, a la cual también le aportó su capacidad para la flexibilidad táctica, el diálogo y la posibilidad de cooperación, sobre la base del respeto mutuo.

La impronta de Fidel, quien con su excepcional conducción convirtió a la diplomacia cubana en una de las más activas y exitosas de todo el orbe, está presente en cada victoria de Cuba en el escenario internacional.

El Comandante en Jefe continuará siendo la voz de los pueblos oprimidos, de los más caros anhelos de justicia social y del respeto a la dignidad plena del hombre, de la lucha contra el injusto orden económico internacional, las políticas de explotación por los grandes intereses económicos y de la destrucción del medio ambiente. (Tomado de Cubaminrex)



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