Capitolio en Washington DC, Estados Unidos, el 6 de enero, 2021

Por  Max Lesnik

El nombre de “Guarimba” se refiere a una violenta manifestación callejera en la que los participantes destruyen cuanto encuentran a su paso con la intencion final de derrocar al gobierno de un país dado.

Comenzaron estas acciones con el nombre de “ Guarimbas” en Venezuela ,con él propósito de desesperado de desestabilizar al gobierno “ Chavista” del Presidente Nicolas Maduro.  Pero  allí fracasaron en el intento.

Su “Inventor” fue un cubano- venezolano de apellido Alonso, hermano de la actriz Maria Conchita Alonso, ambos acérrimos enemigos de los Gobiernos de Cuba y Venezuela.

Lo que ocurrió el 6 de Enero en Washington cuando el entonces Presidente Donald Trump instigó a miles de sus fanaticos partidarios a tomar violentamente el Capitolio, como paso inicial para un Golpe de Estado contra el ya electo Presidente Joe Biden, no fue otra cosa que una monumental “Guarimba” norteamericana. 

O lo que es lo mismo, un atentado al sistema constitucional de los Estados Unidos de America para instalar en el país un gobierno fascista encabezado por Donald Trump.

Lo que ocurrió en Cuba el 11 de Julio del pasado año no fue otra cosa que también  una violenta “Guarimba” callejera, solo que este intento desestabilizador estuvo orientado y pagado por un gobierno extranjero, el de Estados Unidos , paradójicamente presidido por él Demócrata Joe Biden, el mismo gobernante a quien Trump trató de impedirle su acceso a La Casa Blanca con la Guarimba violenta que asaltó el Parlamento Norteamericano.

En otras palabras , que para el Presidente Biden la Guarimba de Trump contra él, es una “Guarimba Mala”. Pero la Guarimba organizada contra el presidente cubano Miguel Diaz  Canel por el gobierno de Estados Unidos, esa, esa es una “Guarimba Buena”.

Lo cierto es que todas las “Guarimbas” son malas, ya sean contra el presidente Biden en Estados Unidos o en Cuba contra el Presidente Díaz Canel.

Por una sencilla razón. Porque lo que es igual, no es trampa. Así de simple, Mr. Biden. 

Que Ud. No será un Presidente inteligente y brillante, pero tonto, tampoco lo es.