Foto: CubaMINREX
Intervención del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla (en la foto), en la XXII Reunión del Consejo Político del ALBA-TCP, en el contexto del 77 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Nueva York, EE.UU., 23 de septiembre de 2022.
Estimado Carlos Faría, canciller y hermano de la República Bolivariana de Venezuela:
Distinguido Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas.
Estimados Ministros de Relaciones Exteriores, jefes de delegación de los países miembros del ALBA:
Siento la ausencia del Secretario Ejecutivo del Alba, compañero Sacha Llorenti, quien al parecer no ha recibido visa del gobierno de los Estados Unidos, de manera totalmente injustificada, tema que sería bueno tratar en nuestras deliberaciones en el comité de relaciones con el país anfitrión y presentar nuestra protesta en ese sentido.
Nos complace enormemente la oportunidad de encontrarnos para sostener esta nueva reunión del Consejo Político.
Reitero nuestro saludo afectuoso a los nuevos gobiernos de Granada y San Cristóbal y Nieves, naciones hermanas a las que ratificamos nuestra disposición de estrechar los vínculos políticos, económicos y de cooperación.
La fortaleza del ALBA se sustenta en la unidad y en la solidaridad.
Quisiera extenderles, en nombre del pueblo y gobierno cubanos, nuestro más profundo agradecimiento por sus sinceras muestras de solidaridad a raíz del lamentable accidente ocurrido en la base de supertanqueros en la provincia de Matanzas, resultado de una catastrófica descarga eléctrica a inicios del mes de agosto.
De manera inmediata, recibimos numerosos mensajes de apoyo de ustedes, así como ayuda técnica, material y humana de países del ALBA. Fue determinante el aporte de la República Bolivariana de Venezuela y de los Estados Unidos Mexicanos para sofocar el incendio de gran magnitud que sufrimos allí.
Fueron importantes y muy apreciadas, también, las contribuciones del Estado Plurinacional de Bolivia, de la República de Nicaragua y de nuestros hermanos caribeños. A todos, una vez más, muchas gracias
En aras del tiempo, reitero nuestras expresiones de invariable solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela, la República de Nicaragua, el Estado Plurinacional de Bolivia y las hermanas naciones del Caribe miembros del ALBA-TCP, frente a los problemas, desafíos y tensiones de la agenda internacional y de la acción del imperialismo y la fuerza retrógrada de nuestro hemisferio.
La solidaridad y la integración son vitales para enfrentar los grandes desafíos actuales, la crisis multidimensional que azota al plantea, el impacto de la pandemia de la COVID-19 que ha agudizado gravemente las desigualdades, la exclusión, la pobreza extrema, la inseguridad alimentaria y la deuda externa, a lo que se suma el efecto ya devastador del cambio climático, entre otras amenazas.
Un mundo cada vez más interdependiente exige una acción mancomunada urgente frente a los grandes, viejos y nuevos problemas. No vemos nosotros solución a ellos sin cambiar el orden internacional, peligroso, injusto e insostenible que padecemos y convocamos a luchar unidos por este propósito.
Cuando la región empezaba a dar señales de recuperación económica, varios acontecimientos internacionales y la persistencia de problemas estructurales, han profundizado las presiones sobre nuestras economías.
El incremento inusitado de los precios de las materias primas, la energía, los costos del transporte y las dificultades en las cadenas internacionales, afectan cada día más a nuestros pueblos.
Para Cuba, los efectos del bloqueo impuesto por los Estados Unidos por más de seis décadas, recrudecido desde el 2019 hasta niveles sin precedentes, se hacen sentir con mucha más fuerza y provocan daños más profundos a nuestro pueblo, al sumarse al complicado escenario que supuso la COVID-19, la caída de los ingresos del turismo, el incremento extremo de los precios de los alimentos y combustibles, el deterioro de nuestras plantas de generación eléctrica, apagones, que causan serias afectaciones a la calidad de vida de los cubanos.
La injustificada y políticamente motivada inclusión de Cuba en la arbitraria lista de estados patrocinadores del terrorismo que emite Estados Unidos, provoca cuantiosos daños y entorpece gravemente nuestras relaciones financieras.
Deseo agradecer profundamente la solidaridad de los países del ALBA frente al bloqueo recrudecido y su denuncia frente a las exclusiones de la cumbre fallida de Los Ángeles.
En nuestra región, el balance político es ahora más favorable a la integración y a la defensa de la soberanía como resultado de las luchas políticas y sociales de nuestros pueblos, lo que crea condiciones propicias para lanzar nuevos proyectos de cooperación en beneficio de nuestros pueblos.
Se presenta, también, a pesar de las amenazas a la paz y la seguridad internacionales, la proliferación de conflictos, la doctrina crecientemente agresiva de la OTAN, un escenario favorable a la paz y la seguridad regional, que de conjunto de conjunto debemos defender.
La unidad y la solidaridad del ALBA se hacen cada vez más urgentes. Ante los intentos de dividirnos, resulta imprescindible promover el fortalecimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la observancia de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Rechazamos enérgicamente los procesos judiciales políticamente motivados, instrumento del imperialismo y de las oligarquías tradicionales, que se utiliza contra líderes, organizaciones y movimientos progresistas y de izquierda.
Continuaremos marchando en compacta unidad para enfrentar los desafíos actuales seguros de que alcanzaremos la victoria.
Como es tradicional, el próximo 14 de diciembre, celebraremos en La Habana, la XXII Cumbre del ALBA-TCP, donde esperamos contar con la presencia de ustedes y de sus jefes de Estado y de Gobierno.
Cuenten ustedes, cuente el ALBA, siempre, con la solidaridad de Cuba.
Muchas gracias.
(Tomado de la ACN)