El 2 de diciembre de 1976 se constituye la Asamblea Nacional del Poder Popular para su
primera Legislatura. Foto: Archivo/RHC
Por Maritza Gutiérrez (RHC)
«No tuvo Cuba día más bello que el 10 de abril de 1869 (…) El día de la generosidad absoluta en la historia de Cuba fue el día 10 de abril», expresó el Héroe Nacional José Martí en referencia a la fecha en que fue aprobada la primera carta magna cubana: la Constitución de Guáimaro.
Ese fue el inicio de una rica historia constitucional, que incluye otras seis cartas magnas: Constitución de Baraguá (1878), Constitución de Jimaguayú (1895), Constitución de la Yaya (1897), Constitución de 1901, Constitución de 1940, Constitución de 1976, hasta llegar a la Constitución actual, aprobada, ciento cincuenta años después, el 10 de abril de 2019.
Hay que decir que el sistema del Poder Popular en Cuba surge en el proceso de construcción e institucionalización del Estado socialista como elemento esencial para articular y hacer efectivo el principio democrático del ejercicio del poder por el pueblo.
En su concepción se tomaron en cuenta fundamentos marxistas-leninistas y la experiencia de la práctica socialista cubana durante el periodo de provisionalidad, y se basa en la unidad del poder y el papel rector del Partido.
Es un sistema novedoso, cuyo desarrollo y perfeccionamiento se realiza a partir de las experiencias derivadas de su aplicación ajustadas a las realidades del país.
En mayo de 1974, la Ley no. 1269 del Consejo de Ministros aprobó desarrollar como experiencia en la occidental provincia de Matanzas, la constitución de los órganos del Poder Popular mediante elecciones para avanzar en el proceso de institucionalización del Estado.
En 1975, durante el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, se comprobó a través de esa experiencia, que la participación popular en el gobierno permite mejorar la gestión y el control real de las actividades del estado.
Fue una experiencia trascendental, y como siguiente paso, en febrero de 1976 fue promulgada la Constitución de la República, que distingue al sistema del Poder Popular como el eslabón más alto de la democracia socialista.
Precisamente en ese año, 1976, cuando se realizaron las primeras elecciones de delegados a las asambleas municipales y provinciales del Poder Popular y quedaron constituidas las asambleas locales.
A partir de ese momento, se crearon los comités ejecutivos, integrados por el presidente, vicepresidente y secretario de las respectivas asambleas, además de contar con miembros profesionales y no profesionales, todos ellos, representantes del pueblo.
Es así que el 2 de diciembre de 1976 se constituye la Asamblea Nacional del Poder Popular para su primera Legislatura, integrada por diputados electos por las asambleas municipales.
A 47 años de constituida la primera legislatura del poder popular en Cuba, el pueblo ha sido convocado a elecciones nacionales para elegir, por el término de cinco años, a los diputados que nos representarán en la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su décima legislatura.
Este proceso, genuino, transparente, tendrá un momento importante el domingo 26 de marzo, cuando las cubanas y los cubanos acudiremos a las urnas a ejercer nuestro derecho al voto libre, igual, directo y secreto.
Allí estaremos eligiendo al órgano supremo del poder del Estado y, a la misma vez, estaremos confirmando que somos actores de la política del país.