Imagen de archivo/RHC
Por Teodoro Rentería Arróyave*
Ciudad de México, 28 mar (Prensa Latina) En un video de El País, se revela el calvario que por la libertad de prensa vive Julian Assange hace una década, desde que Washington lo persigue por revelar documentos del Departamento de Estado.
Esos textos demuestran las atrocidades de que son capaces sus agencias de investigaciones, su aparato de justicia y funcionarios federales en los que destaca el expresidente de la derecha extrema, Donald Trump.
El colega Carlos Martínez da cuenta de esos cuatro días en que rozó la libertad en 2017, Julian Assange, que vivía refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.
Su abogado, Baltasar Garzón, había negociado con el gobierno ecuatoriano su salida, pero todo estaba vigilado día y noche, principalmente por los trabajadores de la empresa de seguridad de la embajada, la española UC Global, y agentes estadounidenses.
Esta es la historia de cómo la CIA de Estados Unidos frustró el plan de liberación del fundador de WikiLeaks. Todo está contenido en el video que ha dado la vuelta al mundo.
En él Martínez afirma que nada volverá a hacer igual ni para Julian Assange ni para los servicios secretos norteamericanos después que The Guardian diera a conocer cables de WikiLeaks, 400 mil informes secretos sobre la guerra de Afganistán, reporte sobre las torturas que Estados Unidos permitió en la guerra de Iraq y en Guantánamo, y desde luego por qué la CIA y el ejército norteamericano son el blanco de las investigaciones de la página web WikiLeaks que sacuden la política internacional.
El 16 de diciembre de 2017 el equipo de defensa encabezado por Baltasar Garzón en una reunión con el cónsul de Ecuador, Fidel Narváez, encargado de la embajada durante las vacaciones del embajador, fija la estrategia de salida de Julian Assange.
Consistía básicamente en otorgarle la nacionalidad ecuatoriana, luego de esa apuesta por una carta que siempre estuvo ahí: convertirlo en diplomático para que pudiera gozar de inmunidades entonces.
Señala Martínez que él fue responsable de comunicar esa decisión a los británicos formalmente dentro de la convención de Viena sobre relaciones diplomáticas: si un agente diplomático es nombrado en un tercer estado en el tránsito entre el Estado en el que se encuentra y supuesto diplomático, los países por los que pasan tienen que reconocerle la inviolabilidad y las inmunidades.
Por lo tanto, no podría ser detenido, no podría ser sometido a ningún proceso judicial y podría abandonar el país. Sin embargo, además de los abogados y del personal de la embajada, hubo alguien más en esas reuniones, y ahora se revela: La empresa española encargada de la seguridad cromática, y se descubrió el espionaje masivo que lleva a cabo especialmente durante esos días.
Gracias a los Videos, audios e informes que develó el «País», un extrabajador de la empresa española habla por primera vez al diario sobre la preparación, según contaron, y sobre la orden de cambiar las cámaras de seguridad que había en la embajada por otras con grabación de voz.
Además de los visitantes, la empresa de seguridad insistió en reflejar por escrito la mayor cantidad de detalles posibles. Martínez fue a Jerez de la Frontera, donde se encuentra el servidor de este ordenador central y verifica que tiene acceso a tres fuentes de Ecuador.
Los abogados regresan a Madrid esa misma noche de madrugada y en el despacho de Baltasar Garzón concurren unas personas encapuchadas y los asaltan.
En los juzgados de plaza de Castilla estamos a la espera de que se nos dé una explicación de por qué el espionaje llegó hasta el despacho de abogados en Madrid, comenta.
La historia está rigurosamente descrita y comprobada en el video, al igual que el revelador documento.
Cerramos este comentario con el dramático mensaje de su abogada y pareja sentimental de Assange, Stella Morris:
«Estoy muy preocupada, porque está en una cárcel única en el mundo de máxima seguridad, está conviviendo con sujetos de alta peligrosidad, el aislamiento es lo que realmente lo afecta mucho y también el hecho de qué, no se sabe cuándo se va a terminar esto realmente. Si es extraditado a Estados Unidos le espera un juicio injusto».
Eso no es justicia, es un agravio desquiciante a las libertades de prensa y expresión y un ataque directo a la dignidad humana. Es el calvario por la libertad de prensa que enfrenta Julian Assange.
*Colaborador de Prensa Latina. Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap) y presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos.